Beirut.— Aviones de guerra bombardearon ayer Aleppo con una ferocidad sin precedentes, luego de que el ejército sirio, apoyado por Rusia, declarara una ofensiva para capturar la mayor ciudad del país, mientras la población civil reclamaba un corredor para poder huir “del infierno”.

Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, más de 70 bombardeos fueron lanzados por las tropas sirias en preparación de una operación terrestre. El grupo de voluntarios de los “Cascos Blancos”, que el jueves fue galardonado con el “Nobel Alternativo”, aseguró que 81 personas perdieron la vida en los ataques, aunque Hamza al-Khatibm director de un hospital en el este de Aleppo, controlado por los rebeldes, cifró los decesos en 91, incluyendo niños y mujeres y 15 miembros de una sola familia.

Los “Cascos Blancos” dijeron que más de 40 edificios fueron destruidos. Videos grabados por habitantes de la zona mostraron a estos voluntarios tratando de desenterrar a las víctimas, incluyendo una niña y un bebé, de entre los escombros, sin más armas que las manos. “¿Es esto la civilización? ¿Matar a niños, mujeres y ancianos?”, pregunta en uno de los videos un sirio atrapado bajo el fuego.

La ONU estima que unas 250 mil personas se encuentran atrapadas en la zona. Ibrahim al Hajj, del grupo de voluntarios que asiste a las víctimas civiles de la guerra, dijo que lo único que la gente quiere es un “corredor humanitario que les permita huir. Sólo eso. La población está esperando la gracia de Dios”. El jueves, el régimen de Bashar al-Assad había prometido que permitiría a los residentes huir a las áreas occidentales bajo su control, sin realizar detenciones o hasta interrogatorios, lo que hasta ayer no se había cumplido.

“Nada de lo que el régimen dijo sobre los corredores es real, nada. ¿Cómo podemos movernos en las calles si no nos sentimos seguros? Si fuera real, podríamos marcharnos ahora”, señaló Mustafá, quien vive con su hija, su esposa y sus dos padres ancianos en Aleppo.

“Sentimos cómo tiembla la tierra bajo nuestros pies. Aleppo está ardiendo”, dijo a DPA el activista Bahaa al Halabi desde los distritos controlados por los rebeldes que, por su parte, se mantuvieron desafiantes y, en Facebook, enviaron un mensaje al régimen: “Bombardéenos, mátennos de hambre... no importa lo que hagan, nos quedaremos aquí”.

Ammar al Selmo, titular de Defensa Civil, dijo: “Lo que está ocurriendo ahora [en Aleppo] es una aniquilación en todos los sentidos de la palabra. El bombardeo de hoy [viernes] es más violento, con un mayor número de aviones”.

El intenso ataque no dejó dudas de que el gobierno sirio y sus aliados rusos rechazaron el llamado del secretario de Estado estadounidense, John Kerry, a salvar la tregua que Damasco dio por terminada el lunes.

Kerry y el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, mantuvieron ayer una “breve” reunión sobre Siria, la cual resultó “constructiva”, pero no produjo los avances suficientes para renovar el alto el fuego en el país árabe. Asimismo, la Asamblea General de la ONU llegó ayer prácticamente a su fin sin que las potencias mundiales lograrán un acuerdo sobre el conflicto armado.

Ayer mismo, el Observatorio aseguró que un total de 6 mil 213 personas han perdido la vida en Siria por los bombardeos de la coalición internacional, que ayer cumplieron dos años; los muertos son, en su mayoría, del Estado Islámico (EI).

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