El Senado de la República recibirá su nueva sede el próximo 31 de mayo, luego de cuatro años, pero con algunos faltantes, entre ellos el helipuerto que no puede operar debido a la falta de permisos.

A finales de mes debe llevarse a cabo la entrega-recepción del inmueble, que tuvo un costo superior a los 3 mil 947 millones 226 mil pesos en la construcción del nuevo complejo ubicado en Paseo de la Reforma e Insurgentes.

Esa cifra, que aparece en el Libro Blanco de marzo de 2014, representa un aumento de 132% de los mil 699 millones de pesos que la 59 Legislatura proyectó inicialmente para la construcción de la obra como parte del Fideicomiso 1705 de Banobras.

De acuerdo con las fuentes consultadas, entre las obras que el Senado no recibirá está el helipuerto instalado en el piso 16 de la Torre de Comisiones, pues no cuenta con los permisos de aeronáutica civil para su operación.

Por esta razón, la infraestructura de metal colocada en la cima de la Torre, uno de los edificios que conforman el complejo de la sede senatorial, nunca ha sido usada.

Entre los coordinadores parlamentarios del Senado se maneja la versión de que el helipuerto tiene deficiencias de origen y le hacen falta muchos elementos para poder funcionar, por lo que en el corto plazo no se prevé que pudiera ser habilitado.

La nueva sede consta de tres edificios: Torre de Comisiones, Salón de Plenos y Hemiciclo, donde se encuentran las oficinas del presidente del Senado, de la Junta de Coordinación de Política, de los 128 senadores y salones para reuniones.

Serie de anomalías

De acuerdo con el presidente de la Cámara Alta, Miguel Barbosa (PRD), el 31 de mayo el Senado hará la entrega-recepción de la nueva sede, casi cuatro años después de su inauguración, pero reconoció que no todas las observaciones presentadas en el inmueble serán solventadas, por lo que serán motivo de un arbitraje.

El 13 de abril del 2011, los senadores ocuparon el inmueble color blanco y de cristal de Paseo de la Reforma, pero en los últimos años le detectaron más de 600 anomalías que serían solventadas por la empresa constructora GAMI, filial de Grupo Indi, pero será hasta cuatro años después cuando se realice la entrega oficial.

La obra estaba planeada para ser entregada en el Centenario de la Revolución, —el 20 noviembre de 2010—, pero como consecuencia de las modificaciones al proyecto y a los “volúmenes adicionales de la obra”, la entrega pasó de 843 a mil 354 días, es decir, 511 días adicionales que representan un incremento de 60.6% del tiempo proyectado.

Inventario

De acuerdo con sugerencias hechas por la Contraloría Interna de la Cámara Alta, el Senado debe realizar un programa anual de mantenimiento integral que deberá contener el total de las instalaciones, equipos y sistemas componentes que se encuentran instalados en el inmueble.

Se expone que el Senado ha formalizado seis actas de entrega-recepción parciales-provisionales, por lo que el “Senado está en condiciones de dar mantenimiento, con cargo a su presupuesto, a la totalidad de las instalaciones, equipos y sistemas entregados”.

En sus recomendaciones, la Contraloría Interna del Senado recomendó “ante la proximidad inminente de la entrega de la nueva sede”, que se integre un listado o inventario físico en el que se debe identificar el equipo que se encuentra en funcionamiento.

Para hacer frente a los arbitrajes por las obras inconclusas, que presentan anomalías o deficiencias, el Senado contrató a los despachos de abogados Enrique Iglesias y Asociados y Profesionales en Administración Pública (PAP), para la revisión y verificación del proceso de entrega-recepción.

Las empresas y su personal fueron contratadas por la Cámara Alta y el fideicomiso para que verificaran la entrega del inmueble y cotejaran la obra con lo programado.

Conflictos legales

Incluso el Senado se preparó para un posible litigio legal con la empresa GAMI, para lo cual contrató a dos despachos de abogados White & Case, y el Buffete Dávalos y Asociados, pues la empresa constructora reclamaba un pago de 600 millones de pesos para finiquitar la entrega, mientras que la Cámara Alta reconocía un adeudo de 280 millones de pesos.

De acuerdo con las fuentes consultadas, la UNAM coadyuvó para que el Senado encontrara un acuerdo con GAMI, con el fin de finiquitar la entrega recepción de la nueva sede de la Cámara alta que desde 2011 ocupan los legisladores y cuyas instalaciones presenta severas deficiencias.

Según un reporte oficial de 2014 sobre los principales problemas en la Cámara Alta y al que EL UNIVERSAL tuvo acceso, las deficiencias que tiene representan un impacto económico de casi 42.7 millones de pesos.

Sillones de lujo

En su etapa de construcción, y luego de que los senadores de la pasada Legislatura se mudaron a la nueva sede, se dieron a conocer datos comos la compra de mármol chino y la adquisición de sillones italianos de piel para los escaños de los senadores, así como equipo de alta tecnología, incluido el sistema de votación electrónica y el audio usado en eventos.

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