El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se desmarcó ayer de la política de Washington de insistir en una solución de dos Estados al conflicto entre israelíes y palestinos, y afirmó que apoyará una salida acordada por ambas partes.

En una conferencia de prensa conjunta en la Casa Blanca con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, Trump dijo que su gobierno podría incluso aceptar una solución con un único Estado si ambas partes se ponen de acuerdo. En un histórico paso que lo aleja de la política que han defendido sus tres predecesores y el consenso internacional sobre el tema, Trump reiteró que “podría vivir con cualquiera de las dos soluciones”.

“Por mucho tiempo pensé que la solución de dos Estados era la más fácil”, dijo, para agregar que “estoy valorando una solución de dos Estados y de un Estado. Me gustará lo que le guste a las dos partes. Puedo vivir con cualquiera de las dos” salidas. “Honestamente, si Israel y los palestinos están felices, yo estoy feliz con lo que ellos prefieran”, declaró el mandatario republicano.

Unas horas antes, un funcionario de la Casa Blanca había dejado en el aire el respaldo estadounidense a la solución de dos Estados, al considerar que si ese enfoque “no lleva a la paz”, “tal vez” habrá que desecharlo.

El primer presidente estadounidense en apoyar la solución de dos Estados fue el demócrata Bill Clinton antes de dejar el poder en 2001, y su sucesor, el republicano George W. Bush, convirtió oficialmente ese objetivo en parte de la política del país, algo que Barack Obama continuó a lo largo de sus dos mandatos.

Trump aseguró que trabajará “hacia un acuerdo de paz entre Israel y los palestinos”, pero insistió en que “son las propias partes las que deben negociar directamente ese acuerdo”.

Admitió que “las dos partes deberán hacer concesiones”. Los israelíes, opinó, tendrán que mostrar “cierta flexibilidad”, mientras que los palestinos deben “deshacerse del odio” que, a su juicio, les enseñan a tener "desde pequeños”.

El mandatario estadounidense aludió a los asentamientos israelíes en territorio palestino ocupado, al asegurar que le gustaría que sus aliados “se contuvieran con los asentamientos un poco”, y confió en llegar a “un acuerdo” con Netanyahu al respecto.

La explosiva declaración de Trump desató reacciones inmediatas.

El presidente palestino Mahmud
Abbas reafirmó su compromiso con la solución de dos Estados y se declaró “listo” para “trabajar por la paz” con Trump, informó la agencia oficial Wafa.

El secretario general de Naciones Unidas, el portugués António Guterres, dijo categóricamente que “debe hacerse todo lo posible para preservar” la posibilidad de una salida de dos Estados. Instantes más tarde, Francia —miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU— dijo a través de su embajador François Delattre que el compromiso de su país con la solución de dos Estados “es más fuerte que nunca”.

En contraste, el ala más extrema del gobierno israelí cantó victoria. “Una nueva era. Nuevas ideas... Gran día para los israelíes y los árabes razonables. Felicitaciones”, escribió en Twitter Naftali Bennet, líder del partido nacionalista y religioso Hogar Judío.

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