Washington.— En unas declaraciones que han causado escozor en la campaña de la más firme aspirante demócrata a la presidencia, Hillary Clinton, el legendario periodista del diario The Washington Post, Bob Woodward, comparó ayer el escándalo de sus correos electrónicos (emailgate) con las grabaciones secretas de Richard Nixon, quien se vio obligado a renunciar a la presidencia en 1974 tras una larga batalla por encubrir la mano de su administración en el caso Watergate.

“En cierto sentido este hecho me recuerda las grabaciones secretas de Richard Nixon”, soltó Woodward al equiparar las artimañas de un presidente como Nixon con la fama de una política como Hillary Clinton, quien suele operar al margen de las reglas que rigen al resto de los ciudadanos.

“Al igual que hizo Nixon, que consideraba miles de horas de conversaciones de su propiedad, Hillary tomó esa misma postura y dijo que no entregaría esos correos y no cooperaría. Ahora colabora, pero las respuestas y consecuencias de esto no van a ser muy agradables”, comentó Woodward.

Precisamente, ayer trascendió que el número de correos electrónicos con información clasificada podrían ser muchos más de los que Clinton ha reconocido. Según el Departamento de Justicia, tras una primera revisión que representa 20% de los correos de Clinton, aproximadamente 305 podrían contener información clasificada.

Estos mensajes han sido referidos a los especialistas de, al menos, cinco agencias federales de inteligencia para determinar si acaso son clasificados o altamente clasificados. Las declaraciones de Woodward se producen en momentos en que la aspirante demócrata encuentra dificultades para mantener sus índices de popularidad.

Pero, además, cuando su más cercano contendiente desde las filas demócratas, el senador por Vermont, Bernie Sanders, sigue subiendo en las encuestas de estados clave como New Hampshire y se siguen escuchando versiones de una posible candidatura del vicepresidente, Joe Biden.

En este sentido, una fuente demócrata se encargó ayer de filtrar a varios medios que la Casa Blanca no ve con simpatía la posible candidatura de Biden. Según la fuente, el gobierno de Estados Unidos estaría preocupado por el efecto de una candidatura del vicepresidente en las posibilidades de victoria de Hillary Clinton. Según la más reciente encuesta de la cadena Fox, Hillary tiene 49% del respaldo y Bernie Sanders 30%.

En medio de este nuevo escándalo, la mayoría de los analistas coinciden en señalar que Hillary Clinton sigue siendo la más probable nominada del Partido Demócrata a la presidencia, pero todo parece indicar que también ha perdido su calidad de inevitable. “Hillary es la más probable, pero no la inevitable”, comentó David Horsey, analista de Los Angeles Times.

La favorable imagen de Hillary se ha deslizado en el curso de los últimos hasta 42%, contra 48% de quienes tienen una mala opinión de ella. A pesar de ello, analistas como Nate Silver, quien elabora modelos de prospección famosos por su elevado grado de confiabilidad, considera que las posibilidades de Hillary Clinton de hacerse con la nominación demócrata son de 85%.

Para Silver, el hecho de que Bernie Sanders haya conseguido aumentar su apoyo, y colocarse por encima de Hillary Clinton en New Hampshire, sólo demuestra que el senador por Vermont goza de un amplio apoyo entre el electorado blanco e independiente de Iowa y New Hampshire. “El problema, para Sanders, comenzará cuando las elecciones avancen hacia estados más plurales y más diversos”, añadió Silver para conceder así a Clinton el beneficio de la duda y la posible victoria en ese maratón de las primarias que deberá culminar en julio de 2016 con su eventual coronación en Filadelfia.

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