El Cairo.— Un tribunal de El Cairo condenó ayer a muerte al ex presidente egipcio Mohamed Mursi y a más de un centenar de miembros de los Hermanos Musulmanes por orquestar una fuga carcelaria masiva durante las revueltas de 2011 contra Hosni Mubarak.

El Tribunal Criminal de El Cairo enviará ahora las sentencias a la máxima autoridad legal islámica del país, el gran muftí, Shauqi Alam, para que emita una opinión no vinculante. La sesión para confirmar las sentencias tendrá lugar el 2 de junio.

Mursi puede apelar el veredicto, aunque ha dicho que el tribunal no es legítimo y que todos los procedimientos legales en su contra se enmarcan en lo que él denomina un golpe organizado por el ex jefe del ejército Abdel Fatah al-Sisi (actual jefe de Estado) en 2013.

Además fueron condenadas a muerte otras 16 personas por conspirar con la organización palestina Hamas y la libanesa Hezbolá para desestabilizar el país. Entre ellas están el máximo líder de los Hermanos Musulmanes (HM), Mohamed Badie, así como Jairat al Shater y Mohamed Beltagi, miembros de la cúpula de los HM, proscritos en el país. El nombre de Mursi no figuraba entre esos condenados, aunque también el ex presidente estaba acusado de conspirar con esas organizaciones extranjeras.

Desafiante, en una jaula en un recinto insonorizado y vestido con uniforme azul de presidiario, Mursi levantó las manos, mostró los puños y sonrió mientras el juez Shaaban al-Shami leía las sentencias, en la sala improvisada de una escuela de policía en las afueras de El Cairo. En total fueron condenados a muerte más de un centenar de personas, muchas de ellas miembros de Hamas y Hezbolá a los que se dictó la pena capital en ausencia.

La organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) calificó el juicio de “farsa”. El portavoz de Hamas, Sami Abu Suhri, llamó “escandalosa” la decisión del tribunal. Las acusaciones están relacionadas con la fuga de miles de prisioneros, incluidos presos políticos, de cárceles en todo el país durante la situación caótica generada por el levantamiento popular contra Mubarak.

Mursi fue arrestado poco después del inicio de la revuelta contra Mubarak, a finales de enero de 2011, pero días después escapó de la prisión de Wadi al Natrun, al noroeste de la capital egipcia. Esa huida se produjo después de que el régimen de Mubarak retirase el personal de vigilancia de varias cárceles, entre ellas la de Wadi al Natrun.

De acuerdo con la acusación, cientos de miembros de Hamas y Hezbolá habrían entrado en Egipto a través de túneles desde la Franja de Gaza para atacar esa prisión y liberar a los líderes de los Hermanos Musulmanes.

En 2012 Mursi se convirtió en el primer presidente elegido democráticamente en Egipto, pero en julio de 2013 fue derrocado por el ejército tras protestas masivas contra su estilo autoritario. Desde entonces se encuentra en prisión, mientras que Al-Sisi, que lideró el golpe de Estado, se convirtió en presidente del país tras las elecciones de junio del año pasado.

Cuentas pendientes. En abril, Mursi fue condenado a 20 años de cárcel por incitar a la violencia contra manifestantes. Además, está siendo juzgado en otro caso relacionado con la supuesta filtración de documentos de seguridad nacional a Qatar, aliado de los Hermanos Musulmanes. También tiene pendiente otro juicio por acusaciones de difamación del sistema judicial.

Ayer mismo, desconocidos mataron a tiros a tres jueces en la península egipcia del Sinaí, según afirmó una fuente de seguridad. No estaba claro si el atentado estuvo relacionado con las condenas a muerte. DPA y Reuters

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