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Doña Rosario urde sombreros de palma desde que era niña y hoy rebasa los 63 años. Para trabajar no usa un molde, sólo va enredando una tira de palma con la que poco a poco da forma a un producto que más tarde venderá. Ella es una de los 894 artesanos de la Ciudad de México que hoy celebran su día.

Según datos de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades, (Sederec), en la capital se tienen registrados 894 artesanos, 790 de ellos residen en la capital; el resto forma parte de la población flotante que llega de otras entidades.

La señora Marina es tejedora y originaria de Oaxaca. Lleva 30 años en la Ciudad de México.

Dice saber casi todo de hilos. Teje, borda, cose y hasta confecciona ropa típica que luego vende a pesar de que, asegura, “de la artesanía ya no se vive, es difícil que un comprador valore las horas de trabajo, el material, la idea y el cansancio”.

Datos de la Sederec indican que la mayoría de los artesanos pertenecen a una comunidad indígena o pueblo originario. El mayor registro que se tiene corresponde a los triquis y de habitantes de pueblos y barrios originarios.

Cada 19 de marzo se celebra el Día de los Artesanos como una forma de reconocer a quienes hacen trabajos a mano fortaleciendo las tradiciones culturales.

En la Ciudad de México se les brinda apoyo a través de la organización de ferias y exposiciones donde pueden presentar su trabajo, al mismo tiempo que pueden comercializarlos, como en exposiciones y talleres instalados en la Plaza Tlaxcoaque.

Del total de artesanos registrados, la mayor parte vive en la delegación Cuauhtémoc, que concentra a 321; en Iztapalapa se tienen contabilizados 95 y en Venustiano Carranza 71.

Don Gregorio y su esposa se dedican a la herbolaria y a la orfebrería. Joyería y esculturas de pequeños tamaños son algunas de las cosas que crean. Narran que de sus tres hijos dos conocen del oficio, sin embargo, de manera independiente hacen bisutería debido al costo de los metales.

Según la Sederec, los textiles son los que más artesanos registrados tiene (52%). La orfebrería y joyería son el 15%; en cartonería y papel, 6%. El resto se dedica a la alfarería, joyería, cerámica, escultura, pintura popular, talabartería, grabado y vidrio.

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