Murió tras dar un último bocado. Era un hombre de unos 70 años que desayunaba en un puesto callejero con su esposa cuando se desmayó.

Faltaban pocos minutos para las 10:00 de la mañana, cuando él y su esposa se detuvieron a almorzar en una taquería del Centro de la ciudad.

Ahí, en la esquina de la calle Ayuntamiento, el hombre se devaneció y aunque la mujer y testigos quisieron ayudar al anciano, nada pudieron hacer.

Sin saber bien qué hacer, ella intentó darle golpes en el pecho para que él volviera a respirar.

Otros más, voltearon el cuerpo para darle golpes en la espalda y esperar a que despertara.

Pero al pasar los minutos, lo dieron por muerto. Así también los paramédicos que llegaron al lugar después de que los curiosos los llamaran.

Aunque la mujer afirmaba que el hombre sólo se desmayó, los médicos indicaron que el hombre aparentemente murió asfixiado por un bocado.

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