metropoli@eluniversal.com.mx

Las unidades de Metrobús consideradas ecológicas y amigables con el medio ambiente, tendrán que cumplir con límites más estrictos en materia de emisiones contaminantes a partir de la entrada en vigor de la nueva norma ambiental el próximo 1 de julio.

En entrevista, trabajadores de la empresa Corredor Insurgentes S.A de C.V (CISA) que opera en la Línea 1 del Metrobús, afirmaron que con la norma anterior, las unidades debían cumplir con un nivel máximo de 1.9 puntos de emisiones contaminantes de hidrocarburos, monóxido de carbono y nitrógeno; ahora la restricción será de 1.5 puntos.

El jefe de planeación del área de mantenimiento de CISA, Roberto Sámano Jiménez sostuvo que todas las unidades, incluso las más viejitas que datan de 2005 pasarán la verificación, ya que reportan emisiones contaminantes de 0.86 a 1.5 puntos.

“Tenemos vehículos con tecnología electrónica Euro III y Euro V, todavía se pueden hacer varios trabajos con esas unidades sin sobrepasar las medidas que estipula el gobierno”, afirmó.

Durante un recorrido por los talleres de mantenimiento de CISA, Sámano Jiménez explicó que antes del anuncio de la nueva norma de verificación, la empresa ya cumplía con ese proceso.

Afirmó que cada seis meses las unidades pasan verificación de emisiones contaminantes. El procedimiento se lleva a cabo en un módulo especializado de la Secretaría de Medio Ambiente que se encuentra en Calzada Vallejo.

Además, por cuenta propia, la empresa contrata un proveedor externo, certificado por el Gobierno Federal para revisión de los autobuses.

“Además de la verificación, el Metrobús tiene un sistema de medición de la opacidad de los autobuses. Hay revisiones en conjunto con los proveedores que nos apoyan cambiando módulos, inyectores, lo que sea necesario para disminuir los niveles de opacidad. Aunque la unidad ya tenga los 10 u 11 años, estamos llegando a cumplir con la norma”.

CISA gasta entre un millón y un millón y medio de pesos anualmente en la verificación de sus unidades.

El humo, inevitable. A partir del 5 de abril pasado cuando la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) implementó las nuevas disposiciones del programa Hoy No Circula en la Ciudad de México y la zona conurbada, usuarios en redes sociales comenzaron a denunciar la presencia de vehículos y unidades de transporte público ostensiblemente contaminantes.

Una de las imágenes más difundidas fue en la que se aprecia a una unidad de Metrobús que hecha humo negro en avenida Insurgentes.

De acuerdo con trabajadores de CISA, los casos de unidades ostensiblemente contaminantes se reportan dos veces al mes aproximadamente.

La problemática ocurre cuando, a causa de la lluvia o charcos de agua, los filtros de aire se tapan y se llenan de lodo, lo que evita que el oxígeno llegue al motor, por lo que la emisión de humo es más visible.

Conforme al protocolo, la unidad ostensiblemente contaminante es retirada de circulación, luego es enviada a los talleres donde se limpian los filtros. El autobús vuelve a operación, siempre y cuando los supervisores del Metrobús aprueben que dicha unidad emite cantidades permisibles de contaminantes.

CISA maneja un presupuesto anual de 60 millones de pesos para mantenimiento de su parque vehicular.

Empiezan a envejecer. En la Línea 1 del Metrobús que corre de Indios Verdes a El Caminero operan 230 unidades que otorgan servicio a aproximadamente 480 mil pasajeros al día.

Una de las empresas operadores en la Línea 1 es CISA, que posee una flota vehicular de 103 unidades que operan en dicha ruta, de ese total 60 poseen una edad de 11 años de uso.

Si bien todos los autobuses cumplen con los límites de emisiones contaminantes, la empresa ya ha dado inicio con la sustitución de su parque vehicular.

Durante los últimos dos años se adquirieron cinco unidades ecológicas de última generación que sustituirán a igual número de unidades viejas.

De acuerdo con los trabajadores se tiene el objetivo de sustituir, en los próximos cinco años, las primeras 60 unidades con las que comenzaron a dar servicio en 2005 durante la gestión de Andrés Manuel López Obrador.

El reto es sustituir las unidades articulares por biarticuladas.

Nueva medida. CISA inició la construcción de una cámara de pintura que tiene por objetivo reducir 50% las emisiones contaminantes derivados de los trabajos de carrocería y el uso de aerosoles para los buses.

No obstante la cámara no puede iniciar operaciones pues hacen falta 150 mil pesos para la compra de una aspiradora industrial y filtros de partículas.

En entrevista, el secretario del Consejo de Administración de CISA, Eduardo Ortiz explicó que la cámara de pintura tendrá la capacidad de absorber los contaminantes que desprenden los solventes y pinturas.

“Cuando la cámara queda sellada y la unidad que se va a pintar está adentro es cuando se acciona la aspiradora y se controla la emisión de partículas contaminantes. Es completamente seguro para quienes están adentro. La cámara estará operando bajo normas federales”, garantizó.

Eduardo Ortiz prevé que entre 30 y 40 días comience a funcionar la nueva cámara de pintura, la cual tuvo un costo inicial de 600 mil pesos.

Google News

Noticias según tus intereses