Subastas internacionales realizadas por Christie’s y Sotheby’s han dejado en claro que hablar de una botella proveniente de un château francés equivale a tener una joya de la corona, con ceros que se acumulan conforme pasa el tiempo. ¿Acaso es posible beberse de un tiro siglos de historia y fama acumulada? El error más grande podría ser, precisamente, probar estos châteaux, sin tener una referencia del por qué se han convertido en botellas emblemáticas. Quizás se tenga un château con añada reciente que marque 2014; sin embargo, los primeros vinos se remontan en el siglo XVI con parcelas bien marcadas y delimitadas que forman hileras de viñas con mayor cultivo de Merlot, Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc; pero también de Petit Verdot, Sauvignon Blanc, Muscadet y Sémillon. La palabra francesa château literalmente significa “castillo”. En el argot del vino, es un concepto que designa a una propiedad que elabora vinos con uvas que se cultivan alrededor de la misma. Un vino de Burdeos se conoce como un château, el cual está controlado por la estricta legislación francesa, supervisada por el Institut National des appellations D’Origine, (INAO por sus siglas en francés).
Dónde nace el prestigio
La producción de vinos en Burdeos y sus caldos han tenido una fuerte relación con soberanos y príncipes. En el año 1855, el emperador Napoleón III pretendía, a través de una muestra nacional, destacar los mejores productos que se elaboraban en Burdeos donde se incluirían miles de obras artísticas. Debido a esta iniciativa, los vinos fueron clasificados por su calidad y se tomó en cuenta su valor en el mercado, conformándose así la primera Clasificación Oficial del Vino de Burdeos. Desde entonces, se tienen las cinco diferentes categorías que enmarcan a los Crus, mismos que se dividen en subcategorías iniciando con el primero o Premier (en francés), hasta los Grand Cru Classé. Estas definiciones de calidad tienen relación al cuidado del cultivo de un viñedo, y por obvias razones del suelo, donde se integran las técnicas enológicas, y también se obvervan en regiones vitivinícolas de Francia como Borgoña. Al escarbar la historia de los primeros Grand Cru Classé de Burdeos, el vino Château Haut-Brion merece ser nombrado por ser uno los caldos más antiguos en el sureste de la región. Su historia se inicia en 1533, cuando Jean de Pontac adquiere el Château Haut-Brion y decide cultivar cepas en una loma pedregosa: 300 años después este vino sería elegido como representante en la Exposición Universal de París en 1855, procedente del municipio de Pessac, que pertenece a la AOC Pessac-Léognan, en Graves; y así como muchos otros tintos provenientes de la región que colinda con el océano Atlántico, AOC Médoc. Esta clasificación oficial sobre los mejores vinos en Burdeos originaría otras clasificaciones legales como la que se estableció en Saint-Émilion.

Añadas coleccionables
Difícil trabajo para un crítico catar un château de una forma objetiva, sabiendo de antemano que cada vino con estas características demarca a su vez una Denominación de Origen Contralada (AOC) que limita la cantidad de vino a producir, con leyes que establecen los lugares autorizados para sembrar ciertas cepas. Wine Spectator, una de las revistas más influyentes en el mundo de vinos, marcó con 90 puntos al Château de Camensac (añada 2000), que se elabora en la AOC Haut-Médoc. Además, las bodegas guardan historias relacionadas con el arte, como lo es aquella de una de las dinastías más apreciadas en Francia: la familia Rothschild, que inicia la actividad vitícola en el siglo XVIII. Al mando de ésta se encuentra el Baron Philippe de Rothschild, un personaje clave en la evolución de las etiquetas con sello distintivo. Desde 1945, cada añada del vino Château Mouton Rothschild incluye una representación artística de un cordero resaltada en la etiqueta, comisionada a un artista de renombre, como el Premier Cru Classé producido en 1973, donde Pablo Picasso pintó una escena surrealista con cuerpos humanos en movimiento. Detalles artísticos agregados a vinos de sobrada fama internacional.
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