Entre los años 2008 al 2012, el desaparecido Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal, realizó las llamadas “Semanas de la Ciencia”, en las cuales se presentaron una cantidad significativa de científicos y tecnólogos líderes mundiales en sus áreas, donde destacaba la presencia de casi una decena de premios Nobel. Por aquella época, yo era Investigador de Ingeniería en la Universidad de Cambridge y asesor del CONACyT para desarrollar programas de transferencia tecnológica en México. Por lo anterior, tuve el honor de coordinar varias visitas de prestigiosos Profesores de la Universidad de Cambridge a México, tales como Ian White, Andy Hopper, Alan Hughes y Christopher Lowe.

En la penúltima edición de esas tan fructíferas Semanas de la Ciencia, el Director en funciones del ICyTDF, Julio Mendoza, me sorprendió con las siguientes preguntas: ¿Stephen Hawking es Profesor en la Universidad de Cambridge, cierto? ¿Aceptaría venir a presentar una ponencia en la semana de la Ciencia de este año? ¿Lo conoces?

Empecé contestando la primera y mas obvia pregunta: “Efectivamente, el Profesor Stephen Hawking es el Profesor Lucasian de Matemáticas en la Universidad Cambridge y fellow del Colegio Gonville & Caius”

Acerca de si lo conocía, respondí de la manera en que lo hubieran hecho muchos de mis colegas becarios del CONACyT e investigadores mexicanos en la Universidad Cambridge: “Desde luego que los miembros de la comunidad Mexicana sabemos quién es y sobretodo, interactuamos de alguna manera casi diariamente con el Profesor Hawking. Algunos de nosotros convivimos con él de diferentes maneras, por ejemplo, algunos por ser miembros del Centro de Matemáticas en la calle Madingley, donde está su oficina, otros lo vemos al usar la biblioteca de Ciencias en dicho centro, por asistir a alguna cena de su Colegio, o en la calle Trumpington, con su asistente y enfermera (donde por cierto un día que corría para llegar a una cita casi colisiono con él y su enfermera), a veces lo vemos en el cine y hasta alguno lo tiene como vecino”.

La Universidad de Cambridge tiene un entorno de estudio casi mágico. En adición de sus más de 50 facultades y departamentos y 31 colegios, han desarrollado por más de 8 siglos una investigación de clase mundial que ha producido casi un centenar de premios nobel, y definitivamente la presencia, aportación científica y éxitos de divulgación de Stephen Hawking, era la cereza en el pastel.

Otro de los contactos comunes de la comunidad de estudiantes y profesores en Cambridge con el Profesor Hawking era el privilegio de poder asistir de manera gratuita a sus conferencias magistrales con reconocidos colegas matemáticos, cosmólogos y astrónomos como los Profesores Sir Martin Rees, Sir Roger Penrose de Oxford y Edward Witten de Princeton.

Para contestar la pregunta de si Stephen Hawking aceptaría dar una conferencia en México, le solicité al ICyTDF la carta formal de invitación, así como reservar un presupuesto aproximado para sus gastos de traslado y de estancia. Para el acercamiento a la oficina del Profesor Hawking, le solicité apoyo a Mariano Zerón, que en aquella época era estudiante de Doctorado de Matemáticas en Cambridge.

En cuanto tuvimos la carta solicitamos la reunión con el Prof. Hawking y su equipo. En solo unos días fuimos recibido por la asistente del Prof. Hawking, Judith, y su equipo de colaboradores de alta tecnología. La asistente estaba acostumbrada a recibir múltiples invitaciones para el Profesor Hawking de todo el mundo, pero ciertamente, pocas veces había sido entregada una carta directamente en su oficina por miembros Internacionales de la Universidad y de un país latinoamericano, el cual nos comentaron que después de Chile, México era el segundo país latinoamericano que había entregado una invitación formal para que impartiera una conferencia magistral localmente. Ese día también nos mostraron el equipo de alta tecnología que tenía de apoyo para su sobrevivencia y comunicación, tales como su silla de ruedas eléctrica y la computadora con inteligencia artificial donde con el movimiento de su ojo interpretaba un sintetizador de voz todo esto patrocinado por una compañía líder en fabricación de circuitos integrados y software. En esos momentos recordé la primera conferencia de él a la que asistí en Cambridge, donde me llamó mucho la atención que sus frases tardaban en ser reproducidas entre 2 o 3 minutos, eso sí, siempre apoyado con videos científicos y otros con mucho humor.

Para evaluar su visita a México, durante el transcurso de algunas semanas tuvimos algunas reuniones donde su equipo expresó algunas preocupaciones y solicitó algunas condiciones. Dentro de la información del entorno, se comentó que la Ciudad de México está a una altitud de más de 2 mil metros, una temperatura cálida durante la semana del evento y con un grado importante de contaminación. Estos factores hacían que la visita de Stephen Hawking a la Ciudad de México fuera delicada para sus condiciones de salud. En cuanto al costo, se estimó en aproximadamente 2 millones de dólares. El Prof. Hawking, no cobraba nada por sus conferencias, eso se reiteró, pero la inversión debería de incluir vuelo privado con equipo médico, doctores y colaboradores. También una logística detallada de alimentación y protocolo de emergencia. Asimismo, su oficina sugirió realizar un festival más amplio en temas de cosmología y sugirieron invitar otros destacados científicos como por ejemplo los ya mencionados Penrose y Witten, además de invitar a los mas destacados académicos mexicanos.

Después de estas evaluaciones, por las condiciones de alto riesgo de salud, los costos asociados y la proximidad de las fechas del evento, se quedó pendiente la invitación con la promesa de volver a evaluar la posible visita en unos meses, y aunque, su equipo mostró interés en la posible visita un año después, se quedó la puerta abierta y su equipo transmitió el agradecimiento del Profesor Hawking a esta invitación.

Aunque no fue posible finalmente realizar la visita de una de las mentes científicas mas brillantes del siglo XX a México, a su fallecimiento, nos quedan sus grandes contribuciones científicas, su inigualable estilo de divulgación de la ciencia, pero sobre todo su visión de liderazgo en los riesgos de la humanidad y la necesidad de la exploración del espacio.

Hawking nos hace reflexionar de la importancia de apoyar la ciencia y el desarrollo tecnológico espacial. Tal como lo enfatizó durante su vida, para la humanidad –sobretodo para las futuras generaciones, como a la que pertenece mi hija Linda Adriana, que a los 7 años me dijo que quería ser astrónoma–, la sobrevivencia se encuentra en el espacio exterior.

Los países desarrollados, y cada vez mas los países en desarrollo como México, le dan mayor importancia a los temas de la exploración y al uso del espacio como son los temas de satélites, la percepción remota de la tierra desde el espacio, lanzadores cada vez más potentes, las naves de exploración del espacio profundo, la astrobiología, la astrofísica, la medicina espacial, entre otros.

Con estos avances, tal vez en algunas décadas o siglos, se cumpla la visión futura del Profesor Stephen Hawking donde la humanidad trascienda en las galaxias del universo.

Miembro de la Academia de Ingeniería de México, y ex Junior Fellow, St. Catharine’s College, Cambridge.


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