La protesta de habitantes de Tepoztlán por la ampliación de la autopista La Pera-Cuautla a cuatro carriles pone en riesgo el libre tránsito hacia el próximo centro de diversiones de Six Flags, situado en el antiguo Parque Acuático Oaxtepec, distante 20 kilómetros al oriente de Morelos.

El escenario de riesgo creció a partir del sábado pasado cuando un grupo de vecinos y comuneros, integrados a Frentes Unidos en Defensa de Tepoztlán, cerraron con ramas de árboles la salida de la autopista que conduce al principal acceso de Tepoztlán para impedir el flujo vehicular.

La protesta recibió el apoyo del partido Morena, y a través de sus consejeros estatales convocó a rescatar la tierra y arrebatarla a “los gobiernos neoliberales, con sus partidos políticos, en alianza con los empresarios voraces, con carreteras privatizadas”, afirmaron en un comunicado Andrés Palma Juárez, Ana Laura Figueroa Núñez y Juan Palma Huerta.

Frente a los aspectos de riesgo, el secretario de Desarrollo Económico en Morelos, Juan Carlos Salgado Ponce, afirmó que “el gobierno estatal toma sus precauciones para garantizar el libre tránsito en la autopista La Pera-Cuautla”, y prevén rutas alternas para llegar a los destinos de la zona oriente de Morelos, entre ellos, Six Flags, próximo a inaugurarse.

Hasta ahora la autopista La Pera-Cuautla ha sido respetada por los manifestantes, pero el plantón de los Frentes Unidos de Tepoztlán, herederos del Comité de la Unidad Tepozteca —los que tumbaron el proyecto del Club de Golf en la década de los 90— se encuentra a unos 700 metros de la vía de cuota.

Desde ahí los representantes del movimiento, Francisco Ortiz, Roberto Robles Quiroz y Larisa de Orbe González, acusan que los trabajos de ampliación de 21 kilómetros, partiendo de ese lugar y hasta la caseta de Oacalco, Yautepec, provocará un alto impacto al ecosistema del municipio.

La obra estuvo detenida por nueve meses, pero los tribunales concedieron la razón a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). Ahora los manifestantes, unas 50 personas activas, exigen de las autoridades federales los estudios de impacto ambiental.

En los últimos seis días han levantado las “plumas” de la caseta de cobro para entrar a Tepoztlán y permiten el paso libre por la mañana y la tarde-noche, pero el resto del día colocan nuevamente ramas de árboles para bloquear el entronque hacia la autopista.

Por su parte, la SCT afirmó que la manifestación de impacto ambiental fue presentada por la Dirección General de Carreteras de la dependencia; en agosto de 2011 fue autorizada por la Semarnat con vigencia de terminación hasta noviembre de 2017.

El permiso comprende el cambio de uso de suelo de terrenos forestales en una superficie de 89.681 hectáreas y la realización de obras y actividades en áreas naturales protegidas de carácter federal. El delegado de la SCT, José Luis Alarcón Ezeta, aseguró contar con los permisos para el derribo de las especies arbóreas.

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