Chetumal. — En el panteón civil municipal Campos del Recuerdo, en esta ciudad, existen tumbas emblemáticas como la de la niña del taco, quien se asfixió cuando comía este alimento.

“Encima de su bóveda está el monumento de una niña comiendo un taco; le llevan juguetes y dulces, pero no saben quién le da mantenimiento”, narró Manuel Carrillo Cupul, coordinador de funerarias y panteones de Othón P. Blanco.

Cuentan que la pequeña que no alcanzó a cumplir los dos años se atragantó, pero también se dice que una de sus tías pretendía asesinar a su padre así que le colocó veneno en un taco y por error la niña lo comió.

Otro caso que llama la atención es el de la china María Chong, quien prestaba su terreno y ataúd cuando alguien moría, hasta que ella misma falleció. En estas fechas se espera una afluencia de más de mil 500 personas en dicho panteón, en donde desde hace 15 días se inició un operativo de limpieza y fumigación.

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