El crimen de Daniela Malu la semana pasada concitó la protesta de sus vecinos y mediante la detonación de cohetones, el repique de campanas y el sonido local alertaron a la población y convocaron una reunión en la iglesia del barrio de San Miguel, a la entrada del poblado, para exigir el esclarecimiento del asesinato así como mayor seguridad en el pueblo mágico.

Daniela era una joven chef que fue golpeada hasta la muerte el pasado viernes presuntamente con un tubo afuera de su casa en el barrio de Santo Domingo.

“Ningún tepozteco se siente seguro con este último suceso”, denunciaron los pobladores.

Niños, mujeres y jóvenes se encaminaron hacia el ayuntamiento por la avenida principal, ahí demandaron la presencia del alcalde quien salió a atender los reclamos de la población.

La petición generalizada fue reforzar la seguridad para que la violencia en el municipio no escale.

“En la calle Tepozteco han proliferado bares y cantinas, ya no podemos salir con confianza; se nos pide a los padres de familia que cuidemos a nuestros hijos, que veamos con quién andan, que no dejemos que se junten con malas compañías. Asumimos esa responsabilidad pero ustedes autoridades asuman la suya y no dejen que el poblado se convierta en una cueva de maleantes”, reclamó una de las vecinas.

Lauro Salazar escuchó un tanto nervioso los reclamos, que fueron desde el artero asesinato de la joven, el cual dijo, fue por cuestiones familiares y hay incluso detenidos; hasta la presencia de elementos del Mando Único, al que se han opuesto los propios tepoztecos por los abusos denunciados desde la pasada administración del perredista Francisco Navarrete Conde.

Asimismo señalaron la presencia constante de policías en las casas del actual edil y en el domicilio donde se cometió un triple asesinato; un profesor y dos mujeres en mayo pasado.

Explicó entonces que la presencia en sus domicilios se debe a que a raíz del asesinato de la alcaldesa de Temixco, Gisela Mota, la Secretaría de Gobernación ordenó guardias para todos los ediles, además de que él presta su casa como oficina “sin que cobre un peso por ello”, afirmó.

En cuanto a la presencia del domicilio del profesor asesinado y dos mujeres, la Fiscalía ordenó su resguardo ya que la investigación sigue abierta.

El edil se comprometió a reforzar la seguridad y en conjunto, sociedad y comuna, pedirle al Ejecutivo estatal mayor presencia de elementos y de cámaras de videovigilancia a fin de inhibir los delitos.

afcl

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