Decenas de habitantes de la región sur de Veracruz se volcaron a ayudar a las familias de los trabajadores que resultaron lesionados, muertos o desaparecidos en la explosión del Complejo Petroquímico Pajaritos.

Desde distintos municipios de esta región, como Minatitlán, Ixhuatlán del Sureste, Nanchital e incluso Juan Díaz Covarruvias, han arribado personas con agua, alimentos, gasas, medicamentos y todo tipo de ayuda.

También hay organizaciones sociales, voluntariados y estudiantes de las facultades de la Universidad Veracruzana que llegan a las afueras de los hospitales y del maltrecho complejo Pajaritos para asistir a sus “hermanos”.

“Como no vamos a venir si todos los petroleros somos uno mismo, todos somos iguales y ahora estamos en desgracia”, soltó un joven proveniente del municipio de Ixhuatlán del Sureste.

Tortas de jamón o de simple frijol, agua de horchata y de jamaica, volovanes y hasta fruta como plátanos y naranjas son ofrecidos de manera altruista ante la ausencia total de autoridades municipales, estatales o federales.

La tragedia con la muerte preliminar de 13 personas y cerca de 140 heridos unió a un sector, el petrolero, que siente el dolor a miles de kilómetros de distancia.

Los obreros de la refinería Lázaro Cardenas de Minatitlán e incluso los de la petroquímica Cosoleacaque sienten por igual la muerte de los suyos, porque ellos son una enorme familia.

Y se ve reflejado en las muestras de cariño y amor de todos los habitantes, quienes también concienten con alimentos a los militares que llevan horas parados resguardando Pajaritos.

Por aquí, la tragedia no sólo es un grupo, de toda una región que vive y ama a un sector como el de petróleos.

afcl

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