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Para la productora y coreógrafa Andrea Wriedt, el contexto de racismo y discriminación en la que se desarrolla la trama del musical Hairspray tiene mucha vigencia en México actualmente, por ese motivo decidieron montarla en el Teatro San Jerónimo Independencia, donde hoy y mañana ofrecerán sus últimas funciones.

“Lo más importante de esta obra es el mensaje que lleva, que es hacia la sociedad y al bien común, como una parte ética que todo mundo debe tener, como no discriminar, no hacer menos a alguien, entre otras cosas, finalmente creo que es un mensaje que sí puede llegar a muchas personas.

A pesar de que fue mucha preparación actoral y trabajo técnico (siete meses), con el vestuario, la escenografía y la iluminación, para la compañía Britstudio ofrecer unas cuantas funciones es un esfuerzo que valió la pena. “No muchos se atreven hacer un musical de gran formato, como es Hairspray, porque es un gran esfuerzo pero estamos satisfechos. Es a nivel amateur pero lo que intentamos en el estudio es que esas personas que quieren hacer teatro lo hagan, no son profesionales pero tienen buen nivel y talento natural, en general sí se apega a un montaje profesional”, dijo Andrea Wriedt.

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