ALDO H. SALDAÑA
Un día como hoy, pero de 1903, nació una mujer que con el paso de los años revolucionaría la industria editorial e incluso las exposiciones de moda. Nos referimos, naturalmente, a Diana Vreeland, quien durante su carrera descubrió a modelos y actrices, concibió sesiones fotográficas de impacto y transformó el Instituto del Vestido del Museo Metropolitano de Nueva York (actualmente conocido como el Anna Wintour Costume Center) en uno de los espacios más importantes para la cultura. En muchos aspectos, Vreeland definió la figura de editora y curadora, y para probarlo, enumeramos siete razones por las que es una leyenda de la moda.

  1. 1. Contribuyó a ampliar los conceptos de belleza: Entre 1963 y 1971, Vreeland fue editora en jefe de Vogue. Durante su estancia en la revista, incluyó a modelos y celebridades que rompieron con algunos estereotipos de belleza. Uno de los casos más célebres es Barbra Streisand, quien había recibido críticas por negarse a cambiar su nariz. Vreeland, en cambio, la puso en la portada de la revista.
  2. 2. Su apoyo fue crucial para algunos diseñadores: Oscar de la Renta, Valentino, Bill Blass y Manolo Blahnik fueron sólo algunos de los grandes nombres que recibieron su apoyo. A de la Renta, por ejemplo, le aconsejó diseñar moda para Elizabeth Arden (firma que en aquel entonces tenía una división de ready-to-wear) y posteriormente lanzar su propia firma. Incluso Carolina Herrera declaró en 2012 que fue Vreeland quien la impulsó como diseñadora.

3. Vinculó a la moda con la cultura y la sociedad: Si bien no fue la primera en hacerlo, durante su estancia en Vogue, esta conexión fue más profunda que en años anteriores. Las crónicas de viajes, reportajes sobre arte contemporáneo y textos sobre músicos, escritores y estrellas de cine se adelantaron a los contenidos que hoy puedes encontrar en cualquier revista de estilo de vida.

  1. 4. Su nivel de exigencia es recordado aún: Décadas antes de The Devil Wears Prada, Vreeland era considerada como una mujer carismática pero demandante, con una visión editorial muy precisa y poca tolerancia para los errores. "Vreeland inventó la editora de moda. Antes eran señoras de sociedad que les ponían sombreros a otras como ellas”, declaró el fotógrafo Richard Avedon, uno de sus colaboradores preferidos.
  2. 5. Tomó en cuenta al mercado juvenil:  Vogue's Own Boutique fue la sección que Vreeland creó para reportar las tendencias que surgían de pequeños establecimientos dirigidos a los jóvenes. En ocasiones, las prendas y accesorios se mostraban en las calles, en lo que sería un precursor del street style.
  3. 6. Descubrió e impulsó a actrices, modelos y editores: El primer gran fichaje de Vreeland fue Lauren Bacall, a quien puso en la portada de Harper's Bazaar en 1943. Un par de décadas después descubrió a Lauren Hutton —quien se convertiría en la primera modelo en tener un contrato millonario—, Marisa Berenson e incluso a Tonne Goodman, actual directora de moda de Vogue.
  4. 7. Redefinió las exposiciones de moda: En 1971, Vreeland fue despedida de Vogue. Un año más tarde, se convirtió en consultora para el Instituto del Vestido del Museo Metropolitano de Nueva York. A pesar de que no tenía experiencia como curadora, trasladó su visión al museo y logró concebir exposiciones que rompieron récords de audiencia. Gracias a su carisma y conexiones sociales, logró que muchas piezas de época o de diseñadores como Balenciaga se mostraran por primera vez en ese espacio. Las exposiciones actuales de este centro han tomado mucho de sus preceptos. 
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