Desde este 9 de enero se exhibe en la sede del Centro INAH-Sinaloa, en Culiacán, un pectoral prehispánico armado de manera hipotética con mil 922 cuentas de concha y piedras verdes labradas procedentes de Teacapán, en el municipio de Escuinapa, Sinaloa.

El objeto se muestra luego de que realizaron diversas investigaciones los arqueólogos Luis Alfonso Grave Tirado y Dina Gabriela Basurto Félix, además de que fue posible contextualizarlo como parte de un pectoral prehispánico.

En un comunicado, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó que las primeras piezas armadas fueron los canutillos o cuentas tubulares pequeñas, que conforman 70% del conjunto de este pectoral.

Según el diseño iban acomodadas a modo de red, haciendo referencia a los grupos de pescadores que habitaron la región. El ejemplo etnográfico de este tipo de pectorales se encuentra entre los grupos cucapá que habitan el norte de Baja California.

Para realizar este diseño se empezó con una hilada de 69 cuentas tubulares y posteriormente nueve más que fueron unidas por una cuenta al medio de cada sección. Se utilizó hilo nylon de 0.25m. Terminado el tejido de red se integraron las piezas triangulares, las de rueda, las tubulares largas y las de piedra verde para hacer el borde.

El uso de adornos de piedra verde y concha, juntos o por separado, en el occidente y noreste de  México se remonta a por lo menos los inicios de nuestra era. Diversos antecedentes y descubrimientos señalan que en esta región del país se utilizaban las conchas y piedras como ajuares funerarios: en la sierra de El Nayar, en un sitio conocido como cerro del Huiste, se encontraron varios entierros humanos con atavíos, entre ellos, un individuo porta un pectoral de concha, refirieron los especialistas.

Otro sitio es el cañón de Bolaños, donde el INAH recuperó artefactos de concha como parte de un ajuar funerario. Uno de los cuerpos estaba acompañado de 400 cuentas circulares y dos brazaletes  de concha, y otro entierro portaba una máscara hecha de mosaicos del mismo material.

En Sinaloa, los ornamentos de concha fueron usados como un bien de prestigio, en especial los elaborados con especies poco comunes; pero, en el estado no ha sido frecuente el hallazgo de este tipo de ornamentos.

De ahí la importancia de que el INAH haya recuperado el conjunto de piedras verdes y cuentas de concha que ahora están unidas en esta reconstrucción hipotética, destacó el director del Centro INAH-Sinaloa, Francisco Ríos Avendaño, durante la apertura de la exhibición.

El Pectoral de Teacapán permanecerá en exhibición en las instalaciones del Centro INAH Sinaloa, en Culiacán (calle Ángel Flores 154, Oriente, Centro Histórico) hasta el 15 de febrero. Posteriormente será llevado al Museo Arqueológico de Mazatlán, donde se mostrará al público de manera permanente a partir del 17 de febrero próximo.

nrv

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