El pasado 1 de octubre la Secretaría General de la Cámara de Diputados publicó un boletín informativo dando a conocer la composición de las diferentes comisiones ordinarias en la que los legisladores trabajarán en esta LXIV Legislatura. Se redujo el numero de 56 a 45 de estas comisiones, por ejemplo, la Comisión de Desarrollo Metropolitano se fusionó con la de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial, resultando ahora la Comisión de Desarrollo Metropolitano, Urbano, Ordenamiento Territorial y Movilidad.

Cabe señalar que en la Legislatura anterior la Comisión de Desarrollo Metropolitano turnó para dictamen 7 iniciativas y la Comisión de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial 41 iniciativas, de las cuales, se aprobaron 3 y 1 respectivamente. Sin ánimo de calificar la eficiencia de las Comisiones mencionadas, me deja cierta preocupación en que tan eficiente podrá ser la recién creada Comisión, la cual, velará por los asuntos de las ciudades y zonas metropolitanas del País, así como del total del territorio nacional y por si fuese poco la “movilidad”.

No es cosa menor, México tendrá que dar frente a una problemática representada por un crecimiento poblacional acelerado, tan sólo en 2010, CONAPO registró 59 Zonas Metropolitanas (ZMs), sin embargo, en 2015, 5 años después, se incluyeron 15 más, teniendo a la fecha un total de 74 Zonas Metropolitanas en el país.

El crecimiento acelerado de nuestras ciudades las ha obligado a experimentar el fenómeno de la metropolización, entendido como el proceso de ocupación de los asentamientos humanos en grandes extensiones de áreas urbanas con altas concentraciones demográficas que por lo general han rebasado sus límites jurisdiccionales político-administrativos al vincularse física o funcionalmente con poblaciones aledañas.

Debemos considerar a las ZMs como nuevas unidades orgánicas que requieren necesariamente innovadoras y eficientes formas de planeación, organización y administración con políticas públicas y estrategias de conjunto que respondan a las problemáticas originadas por las complejas (a veces nulas) relaciones entre la multiplicidad de autoridades, organismos y ordenamientos que encontramos en ellas.

En el caso de la ZM del Valle de México coexisten tantas autoridades como municipios que la conforman, y por si fuera poco, se tendrán que incluir ahora a 16 alcaldías y su muy particular estructura de gobierno, corriendo el riesgo de fragmentar la planeación urbana, ya que los programas de ordenamiento territorial de estas alcaldías serán formulados por ellas mismas.

Sin embargo, podemos observar que gobiernos y sociedad civil han incorporado a sus formas de vida, instituciones con carácter metropolitano, tal es el caso del Organismo Operador de Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey (SADM), el cual, es una Institución Pública Descentralizada (IPD), con personalidad jurídica y patrimonio propio, cuyo objetivo es prestar el servicio público municipal de agua y drenaje a los habitantes de la Zona Metropolitana de Monterrey, NL.

De acuerdo con un estudio elaborado en 2014 por el Instituto Mexicano para la Competitividad AC (IMCO), denominado “Guía para la creación de Organismos Metropolitanos de Agua Potable y Saneamiento en México”, concluye que los OO Metropolitanos tienen más y mejores ventajas competitivas ya que su escala les permite reducir costos de operación y tienden a operar de forma más profesionalizada y autónoma, a diferencia del resto de los OO municipales con serias deficiencias técnicas, financieras y organizacionales.

Otro ejemplo, es el Instituto Metropolitano de Planeación (IMEPLAN) del Área Metropolitana de Guadalajara, el cual, es un Organismo Público Descentralizado (OPD) intermunicipal, con personalidad jurídica, patrimonio propio, y autonomía técnica y de gestión, el cual, constituye una pieza clave en el proceso de planeación descentralizada con perspectiva integral y de largo plazo; con énfasis en el ordenamiento del territorio, el manejo de riesgos y la sistematización de la información.

De manera particular, por su alcance territorial, la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAME), de muy reciente creación, se constituye como un órgano de coordinación encargado de la planeación y ejecución de acciones en materia de protección, preservación y restauración del medio ambiente, (i.e. la contingencia ambiental junto con el famoso Hoy No Circula obligatorio) todo esto en la zona conformada por la CdMx, y municipios de los Estados de Hidalgo, México, Morelos, Puebla, Tlaxcala y ahora Querétaro.

Es claro que hoy, la Gobernanza Metropolitana está representada por estos órganos o instituciones públicas descentralizadas, no obstante, queda mucho por hacer, por legislar, por normar y por instrumentar.

La Comisión de Desarrollo Metropolitano, Urbano, Ordenamiento Territorial y Movilidad, presidida por Pilar Lozano Mc Donald, tiene una asignatura pendiente en el marco del Desarrollo Metropolitano, legislar la obligatoriedad formal para la implementación de institutos de planeación metropolitanos y la colaboración y coordinación entre los gobiernos municipales que conformen una ZM o conurbada, y no dejarse únicamente como sucede en la actualidad, en función de la voluntad política de cada uno de estos gobiernos.

Igualmente, se vuelve fundamental reformar el Fondo Metropolitano como instrumento estratégico para fortalecer desde la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), la Gobernanza Metropolitana, y garantizar así, la implementación y ejecución de proyectos metropolitanos, previamente establecidos en los Planes y Programas de Zonas Metropolitanas o Conurbadas del país.

Director Ejecutivo de la Asociación Mexicana de Urbanistas, AC
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