El pasado 30 de abril, México, junto con varios países de nuestra región latinoamericana y otros alrededor del mundo, celebraron el bienestar, la felicidad y los derechos de niñas y niños. En México, fueron el presidente Álvaro Obregón y el secretario de Educación Pública José Vasconcelos quienes instauraron esta conmemoración en el año 1925, y desde entonces la celebramos a través de una vasta variedad de actividades culturales y recreativas que incluyen desfiles, conciertos, juegos y eventos, tanto comunitarios como escolares. Sin embargo, El “Día del Niño y la Niña” también debe servirnos como un momento valioso para reflexionar sobre la importancia de la protección al Interés Superior de la Niñez y la Adolescencia, el cual reconoce que sin excepción alguna, todos los niños y niñas tienen derecho a la satisfacción de sus necesidades de alimentación, salud, educación, y sano esparcimiento para su desarrollo personal, principio que además debe guiar el diseño, ejecución, seguimiento y evaluación de las políticas públicas dirigidas a la niñez. En este sentido, es necesario reflexionar sobre una problemática pendiente en la agenda social y pública: la violencia vicaria, un tema relativamente nuevo en el discurso público pero que refleja una antigua y poco reconocida realidad. Aunque este término no resulte familiar para muchas personas, lamentablemente su práctica sí lo es. De acuerdo con la definición plasmada en la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la violencia vicaria es una forma de violencia que se manifiesta cuando un agresor inflige daño físico, mental o emocional a los hijos o hijas de la persona agredida, como medio para ejercer control, poder o venganza. Entonces, resultan ser las niñas, niños y adolescentes, quienes se convierten en el móvil para ejercer violencia, utilizando su vulnerabilidad para infligir daño, lo cual refleja un grave abuso de poder.

En México, el reconocimiento legal de la violencia vicaria ha ganado terreno en años recientes, reflejando una creciente conciencia sobre la importancia de proteger a los más vulnerables. A nivel jurídico, el país ha comenzado a integrar disposiciones específicas para combatir esta forma de abuso. En la Ciudad de México, el Congreso aprobó el dictamen para visibilizar la violencia vicaria en la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia; y en Campeche se aprobaron cambios a la Ley de Acceso de las Mujeres a una vida libre de violencia, reconociendo la violencia vicaria como una forma de violencia que afecta tanto a mujeres como a sus hijas e hijos. Además, México se ha comprometido con tratados internacionales como la Convención sobre los Derechos del Niño, que obliga a los países miembro a proteger a los niños y las niñas de todas las formas de violencia física, emocional o psicológica. La aplicación de estos tratados en el contexto nacional resulta en un armazón legal que proporciona un fundamento más robusto para atender y mitigar la violencia vicaria, buscando no solo sancionar a los responsables sino también prevenir futuras agresiones.

Las fiscalías son las encargadas de la investigación y persecución de los delitos, por lo que están preparadas para ofrecer asesoría legal, medidas de protección y soporte psicoemocional para las mujeres víctimas de violencia vicaria. Además, como organismos garantes de justicia, se tiene la responsabilidad de actuar bajo la perspectiva de género, la perspectiva de infancia y el respeto a los derechos humanos; es por ello que, al investigar delitos en los que las víctimas directas sean niños, niñas y/o adolescentes, el Agente del Ministerio Público debe actuar de forma integral, es decir, analizar el contexto de la situación e identificar posibles signos de violencia de género, entre ellas, la violencia vicaria.

Acercarse a las fiscalías permite el acceso a recursos legales y la intervención judicial necesaria para proteger tanto a los niños, niñas y adolescentes como a sus madres. Es vital que las mujeres sepan que no están solas y que existen instituciones y organizaciones comprometidas a ofrecer apoyo y justicia.

Juntos podemos asegurar que todos los niños, niñas y adolescentes tengan un futuro sin peligros y lleno de oportunidades. Si trabajamos cada quien desde su rol en la sociedad, podemos cuidar de su bienestar y protección.

Encargado del despacho en la Fiscalía General de Justicia de la CDMX

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.
Google News

TEMAS RELACIONADOS