La imagen de una policía uniformada con falda y zapato de tacón, asignada al cuidado de la vialidad, escuelas o parques ha sido erradicada. La realidad de la estructura del machismo en la policía ha comenzado a disminuir en un proceso, deseablemente, sin retorno.

En un espacio históricamente masculino cuando no machista, los cambios estructurales y de mentalidad requieren voluntad y ejemplo para derribar las barreras simbólicas del machismo policial. No están todas derribadas. Sí hay avance sustantivo.

Hay un cambio en la corporación de la Ciudad de México, desde hace cinco años. Más del 80 por ciento de ascensos otorgados a mujeres o la diversificación de sus labores.

El jueves, durante la entrega de reconocimientos a 705 mujeres policía, la directora de la Unidad de Protección Buenavista, María Teresa Barrios Burgos, habló desde su experiencia de 16 años en la corporación. Hasta hace cinco años, dijo, “éramos invisibles” en lo operativo y en ascensos; incluso, los cargos estaban escritos en masculino.

A 94 años del ingreso de las mujeres a las corporaciones policiales en México, el cambio es notable. Actualmente y por primera vez hay dos subsecretarias, Marcela Figueroa y Paulina Salazar; existe una Unidad Especializada en Género; el 27 por ciento de la fuerza está representado por mujeres; los premios mensuales son ganados con frecuencia por ellas.

Entre las condecoradas en la ceremonia encabezada por el Jefe de Gobierno, Martí Batres, la vigencia eficiente de la labor de Adalberta Narcisa Peláez Juárez con 48 años de servicio fue aplaudida por conmovedora, tanto como el esfuerzo de Abi Génesis Cruz Domínguez, la primera jefa piloto de un helicóptero del agrupamiento Cóndores.

La Policía Femenina, con 69 agentes encargadas de proporcionar ubicaciones y datos históricos, culturales o geográficos, fue creada en 1930. No portaban armas ni realizaban labores operativas. Ahora son reconocidas por su valentía al perseguir y detener criminales, bloquear con su cuerpo el paso de una motocicleta en movimiento.

Nunca más deberán ser vistas como el sexo débil. “Una mujer fuerte es la que ayuda a las demás”. Así de claro lo dijo la Barrios Burgos en la ceremonia un día antes del 8M.

Actualmente, en la Ciudad de México, el trabajo coordinado con el secretario Pablo Vázquez Camacho, con la secretaria de las Mujeres, Ingrid Gómez, y el impulso del Jefe de Gobierno ha modificado concepciones tradicionales, como el ascenso a hombres por amistad. Y todo fue detonado por la entonces Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo en el Gabinete de Seguridad de la capital nacional.

Sheinbaum también estimuló la conformación de instancias para la denuncia y erradicación de la violencia de género en los cuarteles. Una de ellas, la Comisión Ciudadana contra la Violencia a Mujeres Policías presidida por el Consejo Ciudadano de la CDMX.

@guerrerochipres

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