México enfrenta, como nunca, 3 desafíos: 1. El bono demográfico, la cobertura y calidad de la educación, 2. Aprovechar plenamente el TMEC y el “Nearshoring” 3. Ingresar a la economía basada en el conocimiento para aumentar la productividad, el valor agregado y crear empleos de calidad.

Para el 2050 México tendrá una población del 150 millones y el 35% será mayor de 60 años. El sistema educativo nacional cuenta con 35 millones de personas (24, en básica, 6 en media superior y 6 en Superior). Los retos de cobertura a lograr son pasar de 96% al 100 en la básica; del 84 al 90% en la media superior y de 43 al 70% en la superior). Aumentar la escolaridad actual de 10 a 15 años al menos en la población y aumentar la calidad a niveles internacionales.

Para capitalizar plenamente el TMEC, México debe ser un país confiable para invertir, contar con la infraestructura y con abundante personal con las competencias necesarias para producir bienes y servicios de alto valor agregado.

México debe ingresar de manera decisiva a la economía basada en el conocimiento. Urge a través del conocimiento y del desarrollo tecnológico propio, elevar la productividad y el valor agregado de los productos y servicios que producimos en el país. México es la economía no. 15 y dentro de este selecto grupo de países ocupamos el último lugar en inversión de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI) con una cifra inferior al 0.5% del PIB.  El resto de los países de ese grupo invierten entre el 1.5 y 4% del PIB. Existe una gran correlación entre lo que invierte un país en CTI y el PIB per cápita, el de México se ubica en 10,000 USD por año y el de los países antes mencionados oscila entre 15 y 60,000 USD. La inversión en CTI la hacen el gobierno y las empresas. En México la inversión privada representa menos del 30% de la inversión nacional y la de los países mencionados va del 50 al 80%. Los retos que enfrenta México para transformar drásticamente, esta realidad son, entre otros:

1. Multiplicar por 10 veces el número de científicos y tecnólogos y pasar de los 50 mil  (30 mil en el sector publico y 20 mil en las empresas) a 500,000 y mejorar el índice de 1 investigador por cada 1,000 personas de la Población Económicamente Activa (PEA) a índices de 10 a 15 de las economías grandes. Para ello habrá que fomentar vocaciones científicas y tecnológicas, fortalecer el posgrado y crecer el presupuesto de becas nacionales y al extranjero.

2. Lograr invertir entre el 1 y 1.5% del PIB al menos en CTI (50% Gobierno y 50% sector privado). Para ello incrementar los incentivos fiscales a la inversión privada en CTI será obligado y su vinculación con las universidades y centros de investigación para desarrollo de nuevos productos y procesos.

3. Incrementar las patentes de las 20 mil actuales (90% de extranjeros y 10% de nacionales) a un número del orden de 35 mil (50% extranjeras y 50% de nacionales)

4. Incrementar los artículos científicos de alta calidad e impacto de 15 mil a 45 mil y resolver a través de la investigación, problemas de interés público en las áreas de salud, seguridad, medio ambiente, y desarrollo social.

5. Apoyar a los emprendimientos de alto valor agregado y los fondos de capital de emprendimiento para apoyar a los jóvenes emprendedores del país.

Estos desafíos se podrán resolver solo si trabajamos en equipo y de manera coordinada, el Congreso, El Gobierno, Las Empresas y la Sociedad, con un solo propósito: Generar empleos bien remunerados y disminuir la inequidad social.

Exdirector de Conacyt, consejero y consultor en innovación

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