No solo son incongruentes, también son peligrosos. Nuestro sistema jurídico, la defensa de nuestros derechos humanos, la estructura del andamiaje jurídico que tutela y regula la vida en el país, se mira moverse con el riesgo de derrumbarse en perjuicio de la deseada y por muchos años conquistada institucionalización del país.

Lo grave, preocupante y triste es que quienes atentan contra esos logros son senadores de la República.

Independientemente de su voz vigorosa en la tribuna, sus ademanes enérgicos, no podemos creer en la congruencia legal de lo expresado por Ricardo Monreal.

Mi preocupación respecto de su intervención es doble, en principio porque es legislador y porque presentó la iniciativa que parece inspirada en las palabras de la más ignorante Ministra de la Corte que ha tenido México en toda su historia, Lenia Batres, sino también porque es profesor en mi Facultad de Derecho de la UNAM.

Como se lo dije en lo privado: “¿De qué manera, como catedrático de la División de Estudios Superiores de la Facultad, podrás ante tus alumnos sostener las aberraciones legales de tu iniciativa?”.

Es Doctor en Derecho, y decir que los jueces no pueden declarar la inconstitucionalidad de una norma, está peor que aquella frase de que “la ley es la ley”, solo que ahora en sentido inverso.

Por lo que con vehemencia (pero quiero pensar no convencido), afirmó que los jueces no pueden declarar la inconstitucionalidad de ninguna norma es de verdad una negación al juicio de Amparo del que nos enorgullecemos los mexicanos.

Con su antipatriótica iniciativa —sí, antipatriótica— pretende cercenar derechos de los mexicanos y llevarnos a la vigencia del Supremo Poder Conservador de Santa Ana.

No, Ricardo, eres senador de mi gran país, no hagas eso, ya bastante te ha ofendido el Ejecutivo para que ahora quieras quedar bien con él a costa de llegar a la tribuna a decir tonterías.

Y si así piensas, sería útil para las nuevas generaciones dejaras de dar clases en la primera institución de habla hispana que enseña Derecho y en la número 26 a nivel mundial.

Por lo que expresaste, pienso que Lenia Batres te está enseñando Derecho Constitucional, porque cuando compareció ante ustedes, afirmó lo mismo que tú. La Corte sólo ha de atender las clausuras de tortillerías, pero no atreverse a suspender obras o acciones, por descabelladas que éstas sean, como decomisar los ahorros de los mayores de 70 años, o destruir la ecología con un bonito trenecito proclive a descarrilarse.

Hablé en plural. A otro senador he de referirme, es a Olga Sánchez Cordero, que si su respetado padre, el maestro don Jorge la escuchara, preferiría regresar a la tranquilidad de su sepulcro.

De verdad, querida Olga, qué mal te viste hablando mal de la Suprema Corte en la que tuviste el gran honor de ser Ministra, y una de tus hijas es ahora Magistrada, y entiendo, a lo mejor estoy equivocado, sigues cobrando los nada despreciables emolumentos a los que tienes derecho como Ministra en retiro

De verdad no te entiendo para qué atacar a la Corte. Volverás a ser legisladora, entonces por qué esa deslealtad manifiesta e imperdonable, como la del traidor deshonesto matraquero de Zaldívar.

Además Olga, si de rezago hablamos, no tienes autoridad alguna para hablar de ese tema. Me consta y tú debes de recordarlo, porque te hablaba dos o tres veces al mes para que resolvieras una Revisión que se había interpuesto en contra de una resolución de un Juez de Distrito, y pasó más de un año, y como dijiste que sucede, resolviste pero no de fondo.

Por eso es que llamé a esta colaboración que tenemos senadores que tal parece solo quien quedar bien con el líder de su Partido, su incongruencia es su ausencia de procurar el respeto a nuestro orden jurídico.

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.
Google News

TEMAS RELACIONADOS