Desde hace 5 años advertimos lo que pasaría y ya está pasando: México llegó a un punto crítico de apagones y deficiencias en el suministro eléctrico nacional; era obvio que esto sucedería por algo muy sencillo, la demanda de electricidad crece año con año conforme al crecimiento poblacional, pero de forma arbitraria y sin fundamentos técnicos, este gobierno frenó la construcción de nuevos proyectos de generación eléctrica, y como consecuencia estamos viviendo esta crisis, que ha llegado para quedarse.

El mundo es cada vez más eléctrico; cada día hay más automóviles eléctricos, además de que cada vez usamos más celulares, pantallas y muchos elementos básicos que dependen de la electricidad como las bombas que ayudan a que el agua potable llegue a nuestras casas, las máquinas en los hospitales que nos mantienen vivos y el aire acondicionado o ventiladores que nos defienden durante las olas de calor.

Por ello es tan delicado lo que sucedió la semana pasada, cuando el gobierno le quitó la electricidad a millones de mexicanos en 21 de las 32 entidades de la República Mexicana, lo que descompuso muchos electrodomésticos, generó pérdidas en tienditas, fondas y muchos negocios de los que depende el sustento de la gran mayoría de los mexicanos, 8 de cada 10 empleos en concreto.

¿Por qué el gobierno les quitó la luz? Como no hay suficiente electricidad para los mexicanos, el gobierno decidió a quién le bajaba el switch o, por el contrario, corríamos el riesgo de que colapsara el Sistema Eléctrico Nacional por llegar a su límite.

¿Por qué no hay suficiente electricidad en México? Este gobierno está obsesionado con que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) produzca la mayor parte de la electricidad en el país, pero no ha construido nuevas plantas para incrementar su producción, sino que únicamente se limitó a prohibir a los privados a construir nuevas plantas de generación eléctrica, especialmente de energías limpias.

Al día de hoy, el gobierno sólo ha aumentado nuestra capacidad de producción eléctrica en 136 MegaWatts (MW) construidos en la central solar de Puerto Peñasco, Sonora, lo cual sin duda es insuficiente si se tiene en cuenta que la demanda eléctrica llega a los 56 mil MW, es decir, no han aumentado la capacidad de producción ni en 0.5%

No obstante, hay nuevas plantas construidas por privados que pueden aumentar la producción en 800 MW, pero el gobierno les negó el permiso de conectarse al Sistema Eléctrico Nacional por esta obsesión que CFE quien la produzca. También frenó la construcción de plantas que generarían 17,500 MW de electricidad adicional al cancelar las 7 subastas del mercado eléctrico de México, mediante las cuales las empresas competían entre ellas por ver quién nos vendía la electricidad más barata a los mexicanos.

El gobierno está obsesionado con seguir produciendo electricidad con plantas muy viejas que utilizan combustibles fósiles, y como todo aparato viejo, fallan de forma constante. Ahora varias plantas fallaron en el peor momento, el momento de mayor demanda, lo que generó más apagones.

Esto, además, nos hace perder mucho dinero de nuestros impuestos. Por ejemplo, la semana pasada la CFE pagó hasta 16 mil pesos por cada MegaWatt que se produjo con algunas de sus viejas plantas, cuando puede comprar en tan solo 500 pesos cada MegaWatt generado por energías renovables y vendido en subastas eléctricas. Nuestro recibo de la luz no ha subido tanto de precio, para evitar los costos políticos, pero lo estamos pagando con nuestros impuestos, ese es dinero que se deja de invertir en otros sectores clave como salud, educación y seguridad.

Sumado a los enormes costos económicos, las decisiones del actual gobierno han provocado la muerte de miles de mexicanos. Con tanta quema de combustibles fósiles, al día de hoy mueren más mexicanos por respirar aire contaminado que por el número de homicidios generados por el crimen organizado.

Los mexicanos no tendríamos porqué estar lidiando con estos problemas hoy en día, debería haber suficiente generación eléctrica en México, pero una decisión ideológica y una obsesión ha estancado la generación eléctrica y nos ha puesto al borde de los apagones y la oscuridad.

El gobierno ha dicho que el Sistema Eléctrico Nacional está más fuerte que nunca y que no volverá a haber apagones. Lo mismo dijeron en los apagones del verano de 2023, por la misma razón que en 2024 y no lo cumplieron, los apagones regresaron y regresarán.

La Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP), ya ha expuesto que 91% de los parques industriales del país experimentó fallas de provisión de energía durante el 2023. Varias fábricas que ya estaban planeando instalarse en México y crear empleos fueron proyectos cancelados por falta de electricidad suficiente.

En el futuro las cosas no se ven muy optimistas, porque la apuesta de Morena fue a las plantas hidroeléctricas y aunque los expertos les advirtieron que habría sequías, no hicieron caso y ahora que las sequías han llegado, la producción hidroeléctrica se ha desplomado: Morena fracasó rotundamente en su apuesta hidroeléctrica, en este tema también están reprobados.

La única forma de superar esta crisis es cambiar el rumbo por el que va el gobierno en México, país que además tiene grandes ventajas competitivas en cuanto a energías renovables. Aquí hay abundante viento y sol para generar electricidad, que además es energía limpia.

Sin miedo al éxito, cambiemos de rumbo y construyamos un país más sustentable y sin apagones.

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