Aumentar la tasa de interés no reduce la inflación, por el contrario, la incrementa. Hace más de 40 años, la globalización sustentada en la política neoliberal, ofreció la alternativa de crecer con estabilidad de precios, para ello el Consenso de Washington impuso entre otras medidas: abrir las economías a la competencia internacional, mantener finanzas públicas sanas, sostener un tipo de cambio en equilibrio o competitivo, fijar una tasa de interés superior a la inflación y aumentar el salario por debajo de la inflación. No obstante, lo único logrado hasta ahora fue todo lo contrario, Los precios a diferentes ritmos continúan creciendo, aumentó la entrada de capitales externos, disminuyó el crecimiento y aumentó la deuda pública; pero el efecto más adverso de la política neoliberal fue la debilidad gubernamental provocada. El gobierno perdió capacidad para mejorar el bienestar social y promover el desarrollo económico, ello debido a la autonomía del Banco Central decretada que impide al Estado utilizar la emisión de dinero para financiarse. Este fenómeno es acompañado además, de creciente inseguridad social, guerra y delincuencia organizada, nada comparable con el auge económico, el bienestar y el ascenso social alcanzado entre los años cincuenta y sesenta del siglo XX.
Surge entonces la pregunta ¿por qué aumentan los precios si desde hace tiempo se reunieron todas las condiciones exigidas para ello? Reiteradamente se han estado aplicando las mismas medidas y sólo se han obtenido resultados contrarios a lo esperado, incluso los problemas se han agravado todavía más. El único responsable del fracaso de la política para controlar la inflación no es otro más que el aumento de la tasa de interés y la autonomía del Banco de México. El efecto de elevar la tasa de interés sobre los precios no es inmediato ni se produce a simple vista, sólo ocurre a través de un proceso. En un primer momento, el aumento de la tasa de interés desincentiva el consumo y alienta el ahorro al ofrecer a futuro un premio por aplazar el consumo presente, pero en un segundo momento, el individuo
puede retirar dicho premio y satisfacer el consumo aplazado; en el mismo segundo momento, el individuo tendrá un ingreso extra al cobrar la tasa de interés; realizará su consumo habitual ligado a su ingreso corriente más el consumo pospuesto en el primer momento utilizando el ingreso extra obtenido al cobrar la tasa de interés. El aumento de la tasa de interés crea a los ahorradores un ingreso extra que en el mediano plazo se traduce en mayor consumo, mismo que presiona los precios al alza, provocando así el efecto contrario de lo esperado con el aumento de la tasa de interés. Adicionalmente, el aumento de la tasa de interés encarece el costo financiero de la inversión, disminuyendo la producción o la oferta, en tanto la demanda como hemos explicado se incrementa; la consecuencia es entonces, que el consumo o la demanda se incrementan mientras la producción disminuye, aumentando por tanto los precios. Establecer la tasa de interés por encima de la inflación tiene consecuencias nocivas. Según el Banco de México, la inflación de agosto 2022 a agosto de 2023 fue de 4.6%, en tanto la tasa de interés objetivo al 11 de septiembre de 2023, fue de 11.25%. Al elevar la tasa de interés crecen los depósitos; pero para que los bancos no otorguen préstamos sin mucho control, y se mantenga elevada la tasa de interés, el Estado les retira el dinero vendiéndoles bonos que pueden ser cetes, bonos de desarrollo o cualquier otro tipo de bono; dicho dinero no lo ocupa el gobierno para financiar su gasto, sino lo utiliza para pagar el rendimiento de bonos vencidos, lo que eleva la deuda pública. El aumento de la tasa de interés es pagado casi exclusivamente con mayor deuda pública. Además al no poder disponer del financiamiento del Banco de México, el gobierno sólo se puede financiar con impuestos y con nueva deuda, convirtiendo al Estado en sujeto dependiente del financiamiento externo, a expensas de calificadoras externas, débil para promover el desarrollo de manera autónoma, quedando a expensas de la corrupción, la delincuencia y del asedio de intereses extranjeros