Las violencias que viven las mujeres en el entorno laboral, son un espejo de las que enfrentan en los espacios públicos y privados, solo cambia el espacio de ocurrencia y el agresor; la Organización Internacional del Trabajo, ha señalado que las mujeres al tener menos cuotas de poder en el espacio laboral están más desprotegidas y por ende son más vulnerables a la violencia y el acoso, factores que inciden en su menor participación en el sector productivo.

Estadísticas de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, reflejan que en México el 26.6 por ciento de las mujeres, es decir una de cada cuatro mujeres que trabajan o trabajaron, ha experimentado algún acto violento en el ámbito laboral, principalmente sexual o discriminatorio.

La violencia laboral también sigue en ascenso, las cifras oficiales lo evidencian, según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2021, del Inegi, en México, al menos 7.9 millones de mujeres han vivido violencia en el trabajo, lo que significa un incremento de 2.4 millones más, con relación a las cifras de la Encuesta de 2016, que se reportaron 5.5 millones de trabajadoras que habían sufrido agresiones.

En el ámbito laboral los principales agresores son un compañero de trabajo, en un 35 por ciento; el jefe, en un 19 por ciento; los supervisores, 10 por ciento; y un cliente, en 11 por ciento.

La violencia y el acoso, impiden que las mujeres accedan al trabajo en igualdad de oportunidades que los hombres y que tengan un ambiente sano y libre de violencias, lo cual obstaculiza su incorporación al trabajo formal y, en su caso, su crecimiento profesional.

Según los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, ENOE, 2023, en mayo pasado la ocupación de mujeres fue de 23.7 millones, es decir, 824 mil más que en el mismo periodo anterior. Se ha incrementado el número de mujeres al sector productivo, sin embargo, la brecha salarial no se acorta, el 42.6 por ciento de las mujeres que trabajan reciben sólo un salario mínimo.

De acuerdo con ONU Mujeres, en México la brecha salarial entre mujeres y hombres, es del 14 por ciento, comparando los mismos trabajos en el mismo sector y en las mismas condiciones laborales, pero hay estados donde la brecha salarial es del 25.7 por ciento en Hidalgo, Oaxaca y Colima.

Los factores que promueven la brecha salarial son la discriminación en los centros laborales, la concentración de hombres en algunas actividades y la mayor carga de actividades no remuneradas para las mujeres como son las tareas de mantenimiento del hogar, el cuidado de los hijos o de los adultos mayores, la escasa participación de mujeres en puestos altos de dirección y la falta de políticas públicas que permitan balancear la vida profesional y personal. Es urgente que se reconozca el trabajo de cuidados remunerado y no remunerado, dado que las mujeres son las principales proveedoras del cuidado.

En el ámbito laboral se ve lejos poder romper el techo de cristal y alcanzar la paridad de género pues en la actualidad sólo 8 de cada 100 dirigentes sindicales son mujeres, por ello es importante una mayor participación de mujeres en las directivas sindicales para que impulsen una agenda con enfoque de derechos, que enlacen los principios de paridad de género con igualdad sustantiva y de esa manera que las mujeres tengan un ambiente laboral sano y libre de violencias.

Maestra en políticas públicas

@Ale_BarralesM

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