Con la nueva estrategia antidrogas que se propone emprender el gobierno federal entrante, "creemos que dentro de tres años habremos hecho progresos suficientes para ser capaces de sacar a los militares de las calles ", aseguró Alfonso Durazo Montaño, designado como el próximo secretario de Seguridad Pública.

"La presencia del Ejército (en el combate al narcotráfico ) creó un incentivo perverso. Crea indiferencia de los jefes policiales y de los gobernadores porque saben que si fracasan pueden llamar al Ejército y seguir postergando el mejoramiento de las fuerzas de policía", señaló el también senador electo, en un amplio reportaje sobre el tema del portal estadounidense Vox .

Durazo insistió en que "la estrategia hasta ahora ha sido utilizar a la fuerza policial y militar como la primera herramienta", si bien con los nuevos planes "mientras que todavía serán un recurso, serán la última instancia".

"Nuestro objetivo es atacar las raíces profundas de nuestros problemas de seguridad: problemas políticos, económicos, sociales y culturales", refirió.

Durazo Montaño resumió la estrategia en cuatro puntos:

-Sacar a los militares de las calles y reemplazarlos con una policía más profesional, mejor entrenada y mejor pagada.

-Reescribir las leyes antinarcóticos para regular la marihuana y, posiblemente, la amapola -de la que se extrae la heroína- al tiempo que se otorga el perdón a los convictos por delitos de drogas no violentos.

-Ofrecer reparaciones y apoyo a las víctimas de la guerra antidrogas.

-Aumentar los programas sociales, la educación y las alternativas laborales en las regiones pobres y violentas del país.

Indicó que la transición de la lucha militarizada contra las drogas comienza con una mejor policía, tras enfatizar que en el próximo gobierno de Andrés Manuel López Obrador serán "aliados históricos" de los elementos policiacos.

"Nos aseguraremos de que el policía pueda llevar una vida digna, de clase media, con atención médica, jubilación y un buen salario", afirmó.

Durazo Montaño agregó que se ofrecería un plan de amnistía a las personas que produjeron o sembraron enervantes para los cárteles , o que sirvieron como " mulas " para transportar las drogas y como vigilantes.

El reportaje de Vox también citó a Olga Sánchez Cordero , quien encabezará la Secretaría de Gobernación y destacó que Canadá ya legalizó el consumo de marihuana, igual que "la mitad" de Estados Unidos.

"¿En qué estamos pensando, en matarnos cuando el resto de América del Norte y gran parte de Europa la ha legalizado?", cuestionó durante una entrevista radiofónica.

Legalizar amapola

La ex magistrada de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sugirió que la producción de amapola sería legalizada para abastecer a la industria farmacéutica , ya que actualmente México importa todos los opiáceos para uso médico, pese a la existencia de un floreciente tráfico ilegal de amapola. Para ello, el país requeriría la aprobación de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), una agencia de Naciones Unidas.

Asimismo, puntualizó Vox, dicha estrategia representaría "la mayor ruptura" de México con Estados Unidos en décadas respecto al combate al narcotráfico y el crimen organizado, pero "son muchos los obstáculos y está por verse si el nuevo presidente (Andrés Manuel López Obrador) tiene el respaldo duradero y los recursos para terminar la guerra contra las drogas", expuso.

Al respecto, recordó que la Casa Blanca ha sido vaga en su postura sobre la legalización en el extranjero, aunque ofreció "noquear" a los cárteles con tropas estadounidenses.

No obstante, Zara Snapp, experta en la materia y promotora de la legalización en la Suprema Corte, dijo que ya sea el tribunal o el nuevo Congreso el que tome la iniciativa, "sólo es cuestión de tiempo para que sea regulada la cannabis", a la vez que Maureen Meyer, directora para México del organismo no gubernamental Oficina de Washington para América Latina (WOLA), opinó que legalizar los opiáceos sería un "desafío mayor".

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