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Un juez federal dictó auto de formal prisión en contra de seis policías federales implicados en la muerte de 16 civiles en la alcaldía de Apatzingán, Michoacán, en enero de 2015, dos de ellos por homicidio y el resto, por tentativa de homicidio.

Los agentes federales fueron detenidos por agentes de la Fiscalía General de la República (FGR) en las instalaciones de la Policía Federal en Coyoacán, Miguel Hidalgo y Azcapotzalco, en la Ciudad de México, en coordinación con oficiales de la misma institución.

La orden de aprehensión fue concedida a la Fiscalía General de la República por el juez Octavo de Distrito de Procesos Penales Federales en Michoacán, con sede en Uruapan.

Los seis elementos implicados permanecen internos en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 12, “CPS Guanajuato”, ubicado en Ocampo, Guanajuato.

El caso fue revisado en 2015 por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), que concluyó que en los hechos los oficiales de la Policía Federal actuaron con “uso excesivo de la fuerza”, además de que hubo “privación de la vida de cinco personas” y la “ejecución extrajudicial de una más”.

De los cuatro policías a los que se les dictó auto de formal prisión por tentativa de homicidio, el juez Octavo de Distrito de Procesos Penales Federales en Michoacán concluyó que si bien ellos no dispararon contra los civiles, sí estaban presentes en el momento de los hechos.

El caso conocido como Masacre de Apatzingán derivó porque en la madrugada del 6 de enero de 2015 un grupo de manifestantes realizaban un plantón frente a los portales del palacio municipal y fueron atacados a balazos por elementos de la Policía Federal y del Ejército.

El saldo fue de 16 muertos y decenas de heridos.

Uno de los sobrevivientes llevó su caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y hasta que dicha instancia se pronunció, el gobierno federal de México accedió a concederle medidas de protección que consistieron en su reubicación y la de seis miembros de su familia.

El operativo que derivó en la Masacre de Apatzingán fue liderado por Nicolás Sierra Santana, El Gordo Coruco, exlíder de un grupo policiaco federal de élite denominado G250, creado por el entonces comisionado Federal de Seguridad en Michoacán, Alfredo Castillo Cervantes.

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