El gobernador de Illinois, Bruce Rauner, firmó ayer la ley TRUST, que convierte al estado en un “modelo nacional” de santuario para medio millón de indocumentados, en un nuevo revés para los intentos de la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de llevara cabo deportaciones masivas.

“Illinois le ha dado la bienvenida a los inmigrantes durante mucho tiempo y con esta ley continuará esa tradición”, declaró el gobernador republicano en la ceremonia que colmó las instalaciones de un restaurante muy popular del barrio mexicano La Villita, en Chicago.

“No fue fácil, pero logramos aprobar una ley muy razonable”, dijo Rauner, quien fue criticado duramente por los legisladores más conservadores de su partido por su decisión de firmar esta legislación.

A partir de hoy, indicó el gobernador republicano, “queda bien claro que el combate del crimen violento será ahora la misión de las fuerzas del orden, y no realizar tareas que han sido declaradas ilegales por una corte federal”.

Rauner explicó que consultó con las autoridades policiales para decidir si la firmaba o no. “Todos me dijeron: ‘Gobernador, es un compromiso razonable, nos ayudará a hacer mejor nuestro trabajo, nos ayudará a mantener más seguras nuestras comunidades’”, señaló.

La ley no prohíbe contactos entre las policías locales e Inmigración, pero limita la actuación de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) en los casos en que no se disponga de una orden judicial de detención. Como ya ocurre en Chicago desde hace 43 años, los policías en todo el estado de Illinois no podrán preguntar por el estatus migratorio de las personas o detenerlas por ser indocumentadas.

La ley TRUST también creará “zonas seguras” donde los agentes de ICE no podrán ingresar, como escuelas, iglesias y hospitales, a menos que presenten una orden judicial de arresto.

Igualmente se prohibirán los registros de extranjeros basados en nacionalidades o religiones, como el veto propuesto por Trump para los musulmanes, y se prohibiría el uso de prisiones privadas para recluir a indocumentados a la espera de ser deportados.

Para la representante demócrata Lisa Hernández, una de las promotoras de la ley TRUS, Illinois se ha convertido en “modelo nacional” de la protección a los inmigrantes, “en momentos en que se necesita más protección que nunca”.

A su vez, el senador demócrata Martín Sandoval, quien también auspició la ley, dijo que todos los habitantes del estado “serán tratados de la misma forma y con dignidad” por el gobierno federal.

De acuerdo con el director de la policía de Illinois, Leo Schmitz, los indocumentados denuncian crímenes y delitos a las fuerzas del orden si no tienen miedo de ser arrestados por su situación migratoria. Es uno de los argumentos que siempre aducen las ciudades y estados santuario.

El alguacil Tom Dart, del condado de Cook, coincidió al respecto y dijo que la violencia en Chicago está en niveles inaceptables y la policía local tiene que enfocarse en su trabajo, pero “para ello necesitamos la colaboración y el apoyo de la comunidad, algo imposible si tienen miedo de la Policía y de ser deportados.

Un estado santuario es el que se niega a colaborar con las autoridades federales para detener inmigrantes indocumentados con el objetivo de que sean deportados. Las administraciones que ofrecen santuario están bajo ataque de Trump, quien firmó en enero una orden ejecutiva para tratar de evitar que estas reciban subvenciones federales.

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