El proceso de inscripción para las elecciones presidenciales de Venezuela del próximo 22 de abril comenzó ayer, con el registro electrónico de las postulaciones, según el calendario del Consejo Nacional Electoral (CNE). El presidente Nicolás Maduro informó que oficializará su candidatura el martes.

El proceso de inscripción continuará hasta el lunes y luego los candidatos deberán formalizar su nominación en persona en el CNE.

“Estamos invitando a nuestro pueblo a que nos acompañe el martes 27. Vamos a acompañar a nuestro presidente Maduro hasta CNE para su inscripción. Caracas se desbordará de amor, de pasión patria, de compromiso”, dijo Darío Vivas, el vicepresidente de movilización del Partido Socialista Unido.

El dirigente Henri Falcón, del partido regional Avanzada Progresista (AP), es por ahora el único candidato opositor en la carrera, después de que la alianza opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) se retirara, alegando falta de garantías de transparencia electoral.

Además de Falcón están dispuestos a inscribirse como candidatos opositores el pastor evangélico Javier Bertucci y ex dirigente chavista Reinaldo Quijano. Sin embargo, será al final de este proceso de inscripción cuando Maduro sabrá los nombres de sus oponentes electorales.

La inscripción de candidatos se inició en medio de rumores de que el gobierno planea impulsar un cambio de fecha de las elecciones y postergarlas. El dirigente opositor Julio Borges dijo que al descartar las megaelecciones —presidencial y legislativas—, el gobierno hace una oferta “subterránea” para cambiar la fecha de los comicios.

En tanto, Maduro supervisó ayer desde un centro de comando en Caracas el denominado ejercicio militar “Independencia 2018”, ordenado con fines defensivos luego de que el presidente denunciara presuntos planes de intervención por parte del Comando Sur de Estados Unidos.

Las maniobras del Ejercicios de Acción Defensiva Multidimensional son los primeros del año en el país. Maduro se comunicó con distintos sitios en los que se vieron desde disparos de misiles y desplazamiento de tropas, hasta operaciones para preservar el orden interno.

El presidente destacó el carácter antiimperialista de la Fuerza Armada y calificó de ofensa que el secretario de Estado de EU, Rex Tilleron, sugiriera que los militares podrían derrocar a su gobierno.

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