Bien y de buenas, así es como amaneció el jefe delegacional en Cuauhtémoc, Ricardo Monreal Ávila.

A Claudia Sheinbaum le manda un abrazo, pues lejos de descalificarla la admira.

Lo que si aclaró es que "no permitiré que nadie me pisotee".

Y como los frailes, dijo, se mantendrá en silencio ante aquellas declaraciones de quienes lo llaman "berrinchudo".

Sonriente, dice que él nunca se marea, ya son 40 años de trayectoria política y 20 de los cuales al lado de Andrés Manuel López Obrador.

"Todos se frotaban las manos de que ya me iba, ya estaban preparados para atacar en fila al berrinchudo.No pudieron, algunos hasta con palomitas".

Al efectuar un recorrido por las instalaciones de la delegación, Monreal reiteró que es un hombre de lucha, aunque a veces le toca bailar con la más fea, que siempre le toca la adversidad.

"Peleas duras y hasta internas, pero pienso como los políticos como Juárez o Cárdenas, que decían que el hombre que se dedica a la politica tiene que tener pasión y sosiego, autocontensión y cabeza fría, aunque el corazón caliente".

El político zacatecano señaló que no se debe perder la calma y mantenerse ecuánime.

cg

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