De barro y miel, última pieza de la trilogía coreográfica que hizo inspirándose en ciertos elementos de la, se presenta el próximo 3 de agosto, a las 20:00 horas, en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, como parte de las actividades por el 15 aniversario de la compañía y en el marco de la Temporada de Danza Contemporánea Palacio en Movimiento 2023.

La primera obra del tríptico, en palabras de Lourdes Luna, directora de Créssida, fue hecha hace cuatro años, resultado de la beca del Sistema Nacional de Creadores de Artes que Luna recibió; “el objetivo del proyecto era hacer un trabajo inmersivo en relación con lo que representa y significa la cultura de esta región".

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El proyecto, además, fue paralelo al hecho de que, hace tres años, la coreógrafa emigró a Yucatán, algo que para ella representó “un choque cultural, social y en la forma de vida. A lo largo de este tiempo he podido ir profundizado y reflexionando mucho sobre lo que significa para mí vivir en esta región del país; los elementos de su cultura y su mística: el respeto a la comunidad, la tierra y la naturaleza, por ejemplo”. Reflexión alrededor de la cual gira no sólo De barro y miel, sino las dos piezas previas, por supuesto :NAH —palabra que en maya significa “casa”— y Noche de luciérnagas.

La miel y el barro, explica la coreógrafa, son elementos identitarios de la región o, en otras palabras, la producción de dichos elementos sustenta mucho el movimiento económico de Yucatán. En la búsqueda de una poética de la condición geográfica de la península, dichos elementos abrieron más posibilidades. “Obviamente, en la pieza no habrá barro ni tampoco miel, pero a partir de ellos encontramos el proceso creativo”.

Abordar, por supuesto, la cultura maya, sin ser oriunda, ha sido un reto para Luna: “Mi trabajo se especializa en la danza contemporánea y las nuevas vertientes y líneas de expresión. La pieza remite, de forma poderosa, al paisaje de la selva profunda de la Península de Yucatán. El reto fue traducir estos elementos tan identitarios a un lenguaje contemporáneo y encontrar qué otros mensajes pueden derivarse a partir de esto”.

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Además de la cara mística de la cultura maya, De barro y miel no deja de lado lo social y toca temas del presente, como la movilidad forzada, el cambio de territorio: “Esto lo digo con un poco de temor porque no se manifiestan literalmente dichos elementos”.

La pieza tiene música original compuesta por Diego Cano; el diseño de iluminación está a cargo de Christian Rivero, y Rebeca Sánchez e Irene Gallegos hicieron el video mapping proyectado en escena, así como la propuesta visual.

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