Faltan ya muy pocos días para el espectáculo que nos brindan las elecciones en 2018. Digamos que, si las presidenciales son el show estelar, las elecciones estatales son las teloneras. Y hay alguno que otro estado en el que la pugna está bastante aguerrida. Tenemos entidades como la CDMX o Puebla, en el que ya tenemos una idea clara de quién podría ganar las elecciones. Sin embargo, hay estados en donde la batalla está más reñida, como en Morelos o Jalisco.

Pero hay un estado que no figura tanto en el escenario nacional, y que, sin duda, es muy relevante, me refiero a Yucatán. Uno de los estados más seguros del país en donde se cree que el PRI tiene absolutamente todas las de ganar, ya que su gobernador, Rolando Zapata Bello, es de los mejores calificados a nivel nacional.

El problema de Yucatán es que aún no hay una definición muy clara de quién podría ser el candidato del tricolor para gobernar. Se menciona mucho a Jorge Carlos Ramírez Marín, uno de los hombres más confiables del presidente y con gran experiencia en la política. Hay gente también que señala que el favorito es Pablo Gamboa, y aquí, la experiencia no es su fuerte. Ambos con presencia nacional, pero que no han hecho su carrera política en Yucatán.

Para que el PRI conserve la gubernatura, debe elegir a un candidato que reúna ciertas características para que el trabajo realizado por Zapata tenga continuidad y Yucatán siga siendo un estado ejemplar para todos los demás. En mi opinión, los únicos que pueden cubrir estas características son Víctor Caballero, secretario de Educación del estado y Roberto Rodríguez Asaf, secretario general de Gobierno.

Llama la atención el caso de Roberto, un hombre que regularmente está tras bambalinas pero que ha hecho un trabajo extraordinario y, sobre todo, que ha hecho su carrera en Yucatán. Roberto es esa clase de personas que incursionan en el ámbito político porque tienen ese sentido de comunidad y de ayuda a las personas que realmente lo necesitan. Este gusanito le picó a Roberto en Izamal, de donde es originario y en donde trabajaba muy cómodamente atendiendo sus negocios como cualquier otro empresario.

Tuvo la oportunidad de ser candidato del PRI al gobierno municipal de Izamal, ganó las elecciones y se dedicó a impulsar el turismo de su Pueblo Mágico y contribuir, desde otro ángulo, al desarrollo del municipio. Debido a la gran labor que realizó, la misma gente de Izamal impulsó a Roberto a que contendiera por una diputación local y así seguir aportando a su distrito.

La carrera de Roberto ha ido creciendo y su labor ha sido reconocida por distintas personalidades de Yucatán, razón por la cual, Rolando Zapata lo invitó a que coordinara su campaña, que a la postre ganaría. Roberto se ha caracterizado por su honestidad y por su loable administración de las finanzas de Yucatán. Fue secretario de Administración y Finanzas, en donde supo manejar muy bien los recursos del estado. Ahora, como secretario general de Gobierno, es el principal responsable de la seguridad de la entidad, de ahí que Yucatán destaque por su paz y tranquilidad.

Roberto ha estado en dos de los puestos con mayor exigencia en el gobierno de Rolando Zapata, cargos que ha sabido desempeñar muy bien. Imagínese usted, ha sido el responsable de administrar el dinero del estado y de cuidar de la seguridad de los yucatecos. ¿Habrá otros temas que importen igual a la ciudadanía?

Como lo mencioné en un principio, Roberto Rodríguez Asaf no es un hombre que se caracterice por salir siempre en la portada de los periódicos, en el noticiero de la noche o en los espectaculares de las principales avenidas. La fama no garantiza un buen gobierno. Roberto es un hombre que ha trabajado por los yucatecos desde Yucatán. Que ha tenido grandes retos y los ha superado, que conoce cada municipio y que tiene la experiencia. ¿Por qué buscar algo afuera que ya se tiene aquí? Y se tiene bien.

Académico de la FCPyS UNAM

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