El Consejo Cívico de las Instituciones, A.C. (CCIL) ha realizado de forma periódica y permanente desde el año 2012, el monitoreo de incidencia delictiva en la Laguna (MIDLAG) para la zona metropolitana, incluyendo en esta medición a los municipios de Torreón en Coahuila, así como Gómez Palacio y Lerdo en el estado de Durango, y que en conjunto suman una población de 1.2 millones de habitantes, la novena zona metropolitana más habitada del país. Este monitoreo sistemático ha permitido evidenciar una falta de rigurosidad en la medición del registro de las autoridades locales, que ha dado como resultado un sub-registro en las averiguaciones previas iniciadas. Estos hallazgos han contribuido a que las autoridades adopten un comportamiento propicio para mejorar la calidad en la forma de registrar las averiguaciones previas, logrando incidir en políticas públicas a nivel nacional, lo que refleja que los esfuerzos de los Observatorios Locales de la Red Nacional de Observatorios pueden contribuir en la toma de decisiones de las autoridades. Es verdad, falta mejorar pero lo importante es que ya se dan los primeros pasos.

Si bien los índices delictivos han disminuido en los últimos años en comparación con 2011 y 2012, años de la severa crisis de inseguridad en la región, seguimos advirtiendo que la Zona metropolitana de la Laguna sigue figurando dentro de las principales zonas violentas del país y con algunos delitos de alto impacto con tasas de denuncias por cada 100 mil habitantes por encima de los promedios nacionales.

Los homicidios dolosos han disminuido más de un 40% en 2014, indicador que forma parte del discurso de autoridades de los tres niveles, sin embargo, aun así es 1.6 veces mayor que la tasa nacional. Algo similar sucede con el robo a negocio, en cambio el robo de vehículo, el secuestro y extorsión han disminuido significativamente, lo que ya los sitúa por debajo de la media nacional.

A partir del 2013 y como parte de fortalecer los ejercicios del CCIL se decidió dar seguimiento a un segundo indicador del fenómeno delincuencial relevante también para el ciudadano, que aborda nuestro sentir respecto a la inseguridad. Este ejercicio se sustenta en una rigurosa metodología, una muestra representativa de la población que es la mayor muestra de investigación social que se realiza en la región.

Los datos recabados en el más reciente estudio presentado en junio de 2015 señalan que los habitantes de Gómez Palacio son los que actualmente perciben un mayor clima de inseguridad. El 86% de los encuestados manifestó sentirse inseguro en su ciudad. En Torreón respondió el 78% y en Lerdo el 74%.

Sobre los delitos a los que más se teme en los tres municipios, está el robo en la calle, y el secuestro. Este estudio nos permite poder comparar resultados a través del tiempo, así, cuando se preguntó a los ciudadanos si han sido víctimas de algún delito en los últimos doce meses, respondieron: en Torreón el 32% respondió que , cuando en la edición anterior lo hizo el 21%. En Gómez Palacio respondió el 38% y en la edición anterior fue el 35%, por último en Lerdo respondió que el 28% de los encuestados cuando en la edición anterior el 22% respondió que .

Podemos concluir que el nivel de victimización y la percepción ha ido cada vez en aumento y las denuncias de los delitos han disminuido lo que nos lleva a pensar que esta baja no necesariamente obedece a que existan menos comisión de delitos; si no que se denuncia menos y no queda en los registros oficiales de las autoridades, una clara desconfianza en las autoridades para acudir a denunciar.

Esto parece contradictorio; los indicadores de la violencia han disminuido en los últimos dos años, pero la percepción de inseguridad y la victimización persisten altas. Si bien estos indicadores, cifras de denuncias y percepciones de inseguridad parten de fuentes distintas, resulta confuso esta diferencia. Los resultados más recientes de estos dos ejercicios dan cuenta de una separación, un distanciamiento, cifras a la baja y percepción al alza que deberían en teoría estar unidos, finalmente un divorcio.

Las autoridades locales deben convencerse de que estos ejercicios sociales de monitoreo los ayudarán a trabajar de forma más eficaz y transparente. Son los ciudadanos de a pie, quienes mejor conocen los problemas de su región y gracias a ese conocimiento pone en perspectiva el trabajo de las autoridades con estos ejercicios. Los Observatorios locales tienen la necesidad de generar información de calidad y confiable que ayude a que los tomadores de decisiones a que destinen esfuerzos donde es necesario.

Esa es una de las razones de promover el trabajo de la sociedad civil a nivel local, ya que así se puede focalizar el análisis y planteamiento de soluciones, para que se puedan conseguir mejores resultados en términos de políticas de seguridad y justicia.


Marco A. Zamarripa

Director del Consejo Cívico de las Instituciones, A.C.

Twitter: @CCILAGUNAAC @zamarripa_marco @ObsNalCiudadano

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