Carmelo Ramírez Morales, un joven que asegura ser testigo de los hechos ocurridos la noche del 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero, y quien contribuyó en el informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Internacionales solicitó asilo en Minnesota, Estados Unidos, al considerar su abogado que “está en el ojo de la tormenta”.

El joven que participó en las giras internacionales que realizaron los padres de los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa por Argentina, Brasil y Uruguay, sería el primer caso de un testigo del caso Iguala en solicitar la protección del gobierno de Estados Unidos, dio a conocer el diario Star Tribune.

El rotativo narró la historia del joven en la que asegura: “No quiero que la gente se olvide de lo que pasó”. Con sólo 20 años de edad Ramírez Morales dijo: “Tenemos que seguir luchando y buscando la justicia”.

Según la publicación Carmelo cursaba el segundo año en la escuela normal y había participado varias veces en las movilizaciones estudiantiles. Esa noche, él se retiró porque su novia estaba de visita en la ciudad.

En su relato dijo que alrededor de las 8:30 de la noche recibió la llamada de un compañero de clase angustiado, diciendo que la policía había disparado a tres de los autobuses en los que se trasladaban a la ciudad de Iguala. “Cuando Ramírez y un grupo de compañeros condujeron a la escena encontraron agujeros de bala en los autobuses vacíos y sangre en el suelo. Un compañero de clase le dijo que su primo estaba entre un grupo de la policía. Alrededor de la medianoche los estudiantes realizaron una conferencia de prensa improvisada en los autobuses. Mientras hablaban con la prensa, varios vehículos se detuvieron y abrieron fuego contra los jóvenes”, dijo.

Su reacción fue gritar: “No disparen, somos estudiantes”. Debido a que uno de sus compañeros recibió un disparo en la cara, lo trasladaron a una clínica médica privada en donde narró que miembros del Ejército llegaron y entre gritos e insultos les tomaron sus nombres y los retuvieron cerca de dos horas.

Carmelo Ramírez contó que la policía estatal le tomó declaraciones a él y a otros jóvenes en la oficina del fiscal general de Iguala. Esa noche, además de la desaparición de los 43 normalistas, los enfrentamientos dejaron seis muertos y varios heridos.

El abogado Jeff Larson, quien ha sido contratado para iniciar el proceso de asilo de Ramírez Morales, accedió a llevar el caso pro bono, puesto que la situación es “extremadamente fuerte”.

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