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En México viven alrededor de 13 millones de personas de más de 60 años y para atenderlas existen 600 geriatras; es decir, un especialista por cada 21 mil 600 adultos mayores, precisó Flor de María Ávila Fematt, directora de Enseñanza y Divulgación del Instituto Nacional de Geriatría (ING).

En entrevista con EL UNIVERSAL, destacó que a pesar del bajo número de especialistas es necesario que los médicos generales, así como el resto de los expertos y la sociedad se involucren más en la atención hacia integrantes de este sector que se enfrenta a un panorama de enfermedades crónicas, así como a discriminación y maltrato.

Ávila Fematt informó que la situación de personas mayores de 60 años ha cambiado radicalmente comparada con la que se vivía en las primeras décadas del siglo pasado, por lo que es necesario crear una nueva cultura para ellas.

“Nuestra esperanza de vida ha aumentado considerablemente , tomando  en cuenta que entre 1930 y 1940 se vivía 40 o 45 años. Hoy la esperanza de vida es de alrededor de 75 años. Quien hoy cumple 60 años puede esperar vivir 22 más; sin embargo, probablemente los últimos cinco años de su existencia serán con una pérdida de funcionalidad importante, cargando enfermedades crónicas y con mala calidad de vida y de bienestar”, señaló.

El estudio Hechos y desafíos para un envejecimiento saludable en México, realizado por el ING, destaca que por primera vez en la historia del país hay más personas mayores de 60 años que niños menores de cinco, además de que para 2050 se espera que la esperanza de vida para los mexicanos sea de casi 80 años.

Principales enfermedades. Flor de María Ávila señaló que las principales enfermedades y padecimientos que aquejan a los adultos mayores del país son los cardiovasculares, la diabetes, así como la depresión y demencia, las cuales no sólo afectan a quienes las padecen, también a sus familias.

“La diabetes tiene un peso específico, alrededor de 30% de las personas mayores pueden padecerla. También las condiciones de enfermedades cardiovasculares tienen un peso y las del corazón que siguen siendo causales de morbilidad y de mortalidad. Pero existen otras condiciones que de repente no las tenem   os tan vistas o tan presentes como son la depresión, el deterioro cognitivo y la demencia. Éstas no solamente afectan a la gente que las padece, también a las personas de su alrededor, como las familias”.

Expuso que “la geriatría es una especialidad nueva. Hace 30 años que comenzaron a salir las primeras camadas de geriatras, pero esto ha tenido un avance significativo desde hace cuatro o cinco años.

“Claro que necesitaríamos muchos más [geriatras], pero es sólo una parte del tema. Lo verdaderamente importante sería poder impactar en el resto de la comunidad médica. Nunca habrá geriatras suficientes para los adultos mayores”, añadió.

La especialista señaló que un elemento importante en el que la sociedad mexicana debe de abocarse es en evitar la discriminación hacia este sector de la población, el cual generalmente es estereotipado como personas que estorban, con poca capacidad mental y dependientes económicamente, lo que ha ocasionado que uno de cada 10 ancianos reciba maltrato y su prevalencia se triplica entre aquellos con una discapacidad.

El estudio Hechos y desafíos para un envejecimiento saludable en México considera que el maltrato a este sector es un grave problema de salud pública y de derechos humanos que requiere de la mayor atención.

Entre los distintos tipos de la clasificación, el maltrato sicológico es el más común, seguido del físico y del abuso económico.

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