Toma nota. Definitivo. Para muchas personas comer saludable significa alimentarse de productos caros y de moda. Paradójicamente, mientras más conocimiento y acceso tenemos a este tipo de alimentos, más gordos somos, y esto es -entre otras cosas- porque consumimos información mal documentada. Un ejemplo claro es todo lo que se dice sobre los alimentos libres de gluten o “gluten free”, a los cuales los supermercados ya les dedican un pasillo completo. Se trata de productos diseñados para personas celíacas, es decir, para el uno por ciento de la población mundial y no necesariamente para personas que desean perder peso. La enfermedad celíaca es una condición del sistema inmunológico que involucra un proceso de inflamación, y las personas no pueden consumir gluten porque éste daña el intestino delgado.

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¿Qué es el gluten?
El famoso gluten es la fracción proteica contenida en cereales como el trigo, la cebada, el centeno y el triticale (una mezcla entre trigo y centeno). En el proceso de panificación, éste es el componente responsable de las —tan preciadas—características del pan. Gracias a que tiene propiedades aglutinantes y emolientes, el gluten también se utiliza en industrias distintas a la alimentaria para elaborar productos como vitaminas, cosméticos, pasta de dientes y medicamentos.

1 DE CADA 100 personas alrededor del mundo se diagnostica como celíaca.

Sensibilidad vs. intolerancia
Si bien sólo una de cada 100 personas en el mundo es celíaca, existe otra condición conocida como “sensibilidad al gluten”, la cual se cree que puede afectar entre un 6 y 7 por ciento de la población. Este padecimiento se refiere a personas que experimentan síntomas desagradables cuando consumen gluten.

6 -7 POR CIENTO de la población tiene la condición de “sensibilidad al gluten”.

Dejé el gluten y perdí peso
¡Claro! Pero debido a que la mayoría de los alimentos que lo contienen (harinas, golosinas, embutidos, tortillas de harina, postres, cereales de caja, catsup, sazonadores, chocolate en polvo, etc.) son productos que se deben limitar dentro de una dieta correcta, sobre todo si quiere perder peso. Mientras la desinformación prolifera, el mercado de alimentos sin gluten está en auge. Cuida tu salud (y tu cartera) y si crees padecer celiaquía, visita a un profesional. El diagnóstico de la enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten solo puede ser emitido por un médico a través de diversos estudios, no en base a simple sospecha. Además, toda dieta libre de gluten debe ser supervisada por un especialista en nutrición, de lo contrario puede ser baja en fibra y deficiente en nutrientes como el ácido fólico.

No te confundas
Se tiene la idea errónea de que libre de gluten significa “light ”o libre de calorías. Los alimentos sin gluten, a diferencia de lo que muchos creen, suelen tener mala calidad nutrimental pues aportan pocas vitaminas, nutrimentos inorgánicos (minerales), fibra y sí, sí aportan calorías (incluso más que sus homólogos que contienen gluten). Al día de hoy, este tipo de productos no indican beneficios a la salud.

75 POR CIENTO de los pacientes celíacos no se diagnostican adecuadamente

Cuidado con las consecuencias
Dejar de consumir alimentos con gluten conlleva a deficiencias nutrimentales. Los cereales y panes enriquecidos se han convertido en una importante fuente de vitaminas del grupo B, especialmente de ácido fólico. Por otro lado, el trigo es una buena fuente de fibra dietética necesaria para mantener la salud digestiva de nuestro organismo.

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