Chilpancingo.— En Tixtla se libra una disputa muy fuerte, reconoció el gobernador, Héctor Astudillo Flores, tras los últimos hechos de violencia ocurridos en ese municipio, como el del pasado jueves, cuando hombres armados asesinaron a Gudelia, de 52 años, y su hija Kenia, de 13.

Astudillo fue cuestionado sobre la crisis de inseguridad que enfrenta Tixtla. Dijo que se están contemplando sacar a algunos de los cinco municipios de Guerrero que están incluidos en la estrategia federal de las 50 alcaldías más violentas del país. Actualmente está incluido Acapulco, Iguala, Chilapa, Coyuca de Benítez y Chilpancingo. Sin embargo, afirmó que algunos podrían salir otros y podrían entrar otros.

—¿Podrían entrar Tixtla?

—Eso lo dejo pendiente.

—¿En Tixtla están solicitando la intervención del Estado?

—En Tixtla está la intervención del Estado. Después de que se tomó la determinación de acabar con la zona cero, que es de Tixtla rumbo a Chilapa, donde han matado, secuestrado y robado carros, pero debo reconocer que en esta zona la competencia delincuencial es fuerte.

El alcalde de Tixtla, Hossein Nabor Guillén, en diferentes ocasiones ha solicitado la intervención de la Policía estatal y federal. Actualmente el edil se mueve custodiado por cuatro policías ministeriales, mientras la carretera Chilpancingo-Tixtla se ha convertido en una de las más peligrosas. En noviembre dejaron 9 cuerpos desmembrados.

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