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Lucero tiene varios deseos para este Año Nuevo. Por ejemplo: más amor y menos odio. Pide que los seres humanos aprendan a conectarse con el prójimo, tener menos egoísmo y optar por la paciencia, tolerancia, respeto y paz para alegrar al mundo.

“Los muros, los límites, en cuanto a no permitir que alguien haga algo bueno por sí mismo o por los demás, es querer imponer la fuerza o el poder. ¿Por qué no respetar a los demás? Mientras algunos quieren poner muros otros estamos deseando construir puentes de amor y es lo que deseo para México, mis colegas, mis paisanos y el mundo”, reflexionó.

Desde su punto de vista todos somos iguales, lo que incluye raza o preferencias, por lo que hay que sensibilizarse ante las necesidades de las personas que uno tiene al lado.

“Habrá algunos que con los muros van a cortarnos esa libertad de comunicarnos con límites absurdos. Hay algunas reglas que sirven para los hijos, para un país, tener un código o leyes para vivir en armonía pero de ahí en fuera esas discriminaciones de ‘tú trabajas allí y eres de ese color y por eso no hablo contigo’, no. Los humanos deberíamos estar más civilizados en una época de tanta tecnología y entender que somos amigos, no enemigos”, consideró la cantante.

Sabe que actualmente se vive un momento decisivo en el mundo y en México, por lo que aboga por la unión y la identificación de unos con otros. Junto con la salud para ella y su familia, no piensa en desear cosas materiales sino en un mundo que respete las ideas de todos porque “cada cabeza es un mundo” y sería injusto querer que todos piensen como ella.

Rituales. Los recuerdos le vienen a la mente al pensar en todas las noches que compartió cenas decembrinas con su familia, pero también la nostalgia de gente que ya no está. Este año celebrará con sus hijos rodeada de la comida que les gusta. “Nada exótico, ni como yates o aviones”, dice.

“Diciembre es un mes para compartir y realmente celebrar el nacimiento del niño Jesús. Los grandes eventos son increíbles, pero tenemos todo el año para hacerlos. Ojalá siempre pudiéramos tener la capacidad de decir perdón, te quiero, lo siento, gracias, como lo hacemos en esta época que los sentimientos afloran”, aseguró.

Lucero conoce muchos de los rituales del 31 de diciembre, como comer sopa de lentejas para atraer la abundancia o usar ropa interior roja para atraer el amor. Sin embargo, afirma que hace algunos básicos para no perder la costumbre aunque no todos. Su favorito: las uvas con los deseos.

“Nunca me las acabo y acabo un poco atragantándome. Me parece un detalle bonito: cada uva un deseo, es como llenar la lista de pendientes en la mente. Pienso que ponerse ciertos retos para el Año Nuevo te da entusiasmo para seguir adelante.

“No hago mucho lo de barrer la casa y menos sacar las maletas porque ya no quiero viajar tanto, las uvas me gustan y pido deseos para mí, la gente que amo, mis hijos y mucha salud para ellos. Todos los días lo hago igual: me duermo pensando en que la vida nos favorezca con salud, vida y lo demás se va dando fácilmente”.

Libertad. Esa falta de muros de la que tanto habla Lucero no es, explica, sólo por el resultado de las últimas elecciones presidenciales de Estados Unidos, en las que ganó Donald Trump con la promesa de efectivamente levantar un muro entre México y Estados Unidos. Tiene que ver, también, con su carrera y la libertad que tiene de trabajar donde quiera, ahora que deja Telemundo para entrar a Univisión a cantarle las mañanitas a la Virgen de Guadalupe y un especial de las fechas.

“Se abren puertas, sin vetos, sin pensar que si vas para allá se va a enojar el otro. Podemos irnos a tomar un café con amigos y no vas a dejar de querer al otro, es compartir y abrir la mente y no poner muros”.

De esta forma, asegura, no tiene exclusividad con alguna televisora porque eso la limitaría y se ataría en lugar de tener la libertad que disfruta.

“Prefiero estar abierta a los proyectos que me enamoran, me gustan y creo; hay que tener visión pero nunca tienes la clave del éxito. Me ha funcionado bien porque así puedo hacer más cosas y sentirme plena satisfecha y orgullosa. Nunca me ha gustado hacer nada por obligación, prefiero hacerlo por cariño al público y a mi carrera y sin que una empresa me diga ‘te pintas el pelo de ese color, te pones esa ropa y adelgazas o engordas’”.

Proyectos. La cantante está entusiasmada tras su regreso de Brasil porque aunque la telenovela que hizo allá (remake de Carita de Angel) no se ha terminado de grabar, le juntaron sus escenas para que no tuviera que quedarse a vivir un tiempo en el país carioca. “Los brasileños son tan entregados, intensos, amorosos. Me llenan de regalos y en la última visita cerraron la calle afuera del hotel e hicieron un baile con coreografía y mis canciones”, afirmó.

Su carrera en Brasil empezó con telenovelas dobladas al portugués como Chispita y ahora reconoce a esas generaciones que crecieron con ella.

“Es un gozo hacer proyectos en otros países y llevar el nombre de México a otros lugares. Me dicen la estrella de México y eso me encanta”.

Su cierre de año es intenso pues se acerca el lanzamiento de su disco Enamorada con banda, en el que incursiona en el género.

“Desde hace tiempo lo estaba planificando, me gusta mucho la banda. Creo que es el género que más se difunde incluyendo el pop”.

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