PATRIOTS Y EL FINAL IMPERFECTO

En un ambiente de postemporada, Brock Osweiler venció, en una misma noche, a dos de los mejores quarterbacks de la historia.

El joven quarterback de los Broncos pudo haber hecho lo necesario para convencer al coach Gary Kubiak de que lo mejor para Denver es mantener en la banca al lesionado Peyton Manning y, al mismo tiempo, venció a Tom Brady, quien regresa a casa sin récord perfecto y probablemente sin Rob Gronkowski por el resto de la campaña.

Osweiler completó 23 de 42 pases para 270 yardas y un touchdown (a un minuto del final del tiempo regular), en el triunfo de los Broncos (9-2) en la prórroga sobre los Patriots (10-1), bajo una nevada en Mile High.

Osweiler, quien la semana pasada cumplió 25 años de edad, localizó a Andre Caldwell en las diagonales en jugada de 4 yardas para darle a los Broncos ventaja de 24-21, a un minuto del final del cuarto periodo.

Brady, sin Gronkowski ni Julian Edelman ni Danny Amendola, comandó una serie de 5 jugadas y 51 yardas para que Stephen Gostkowski conectara un gol de campo de 47 yardas que mandó el juego a tiempo extra.

La defensa de Denver, que llegó a este juego como la mejor de la NFL, forzó un rápido despeje de los Patriots y tres jugadas más tarde, C.J. Anderson se escapó 48 yardas por la banda izquierda para el touchdown de la victoria.

Gronkowski es lo que probablemente más le duela al equipo del coach Bill Belichick. Su mejor ala cerrada (y único objetivo confiable de Brady tras las lesiones de Edelman y Amendola) se lastimó la rodilla derecha al final del cuarto periodo y tuvo que ser auxiliado para abandonar el campo. Su status se desconoce, pero es probable que este lunes el equipo clarifique la magnitud de la lesión tras las placas correspondientes.

Un reporte de NFL Network indica que lo de Gronkowski no es “severo”.

Brady, quien había ganado cinco de los últimos seis ante Denver, podría quedarse sin su hombre más confiable en los meses más importantes del año.

Además de “Gronk”, a quien buscó en 10 ocasiones anoche, Brady le lanzó 11 pases a Scott Chandler (5 recepciones, 58 yardas, un touchdown); 9 a Brandon LaFell (4-36), 4 a Brandon Bolden (4-84-1) y 5 más a James White (2-5).

Apréndete esos nombres, que ahora son los nuevos mejores amigos de Brady.

Pese a la intensa nevada, los Broncos sumaron 433 yardas totales, incluidas 179 por tierra. Anderson se destapó con 113 yardas y un par de touchdowns.

Con esa defensiva y un ataque terrestre que parece revivir al final del calendario regular, Kubiak sabe que no necesita a Manning. Nos guste o no, Osweiler es la mejor opción para los Broncos, que aún podrían jugar los Playoffs en casa, en caso de terminar con el mismo récord de los Patriots.

Fue apenas el segundo triunfo de Kubiak contra el equipo de Bill Belichick, quien ahora está 8-12 contra Denver.

Y presiento que no será la última vez que se vean las caras en esta campaña.

INDEFENSOS STEELERS

Qué lejos parecen esos días en los que los Steelers vivían y morían de la mano de su defensiva.

Ocupar el casillero 23 (de 32 posibles) en cuanto a defensiva total y 28 contra el pase, no es algo que vaya acorde a la historia de esta franquicia.

Ayer, Russell Wilson evidenció todas y cada una de las carencias de esa mediocre defensa de Pittsburgh.

Wilson (7-0 en casa contra equipos de la AFC) vivió el mejor día de su carrera como profesional con cinco pases de touchdown en el triunfo de los Seahawks en casa, 39-30 sobre los Steelers, pese a las 456 yardas de Ben Roethlisberger.

Seattle apiló 436 yardas, incluidas 336 por la vía aérea. Doug Baldwin terminó el juego con 6 recepciones, 145 yardas y 3 touchdowns; el último de ellos mató toda esperanza de los Steelers, cuando en tercer down y 10, en su propia yarda 20 y con 2 minutos en el reloj, Wilson conectó un pase en la banda que Baldwin convirtió en una anotación de 80 yardas tras romper un par de tacleadas.

Muchos de los seguidores de los Steelers le recriminarán al coach Mike Tomlin por su decisión de ir por un gol de campo -y no por el touchdown- a tres minutos del final del juego, cuando su equipo estaba en la yarda 3 de Seattle. Con el gol de campo, Pittsburgh se acercó 32-30, pero necesitaba frenar a los Seahawks, algo que por supuesto no pudo.

No era una mala idea, pero la defensiva de los Steelers no está a la altura de las circunstancias y puede ser la razón por la cual Pittsburgh se quede sin Playoffs.

Eso y las lesiones de Roethlisberger, quien ya no salió para la última ofensiva de los Steelers debido a una aparente conmoción.

Las 456 yardas de Roethlisberger (3-1 contra Seahawks) son ahora una nueva marca en contra de la defensa de Seattle y su famosa “Legion Of Boom”, pero el esfuerzo resultó estéril, así como las 9 recepciones y 201 yardas de Markus Wheaton.

Pittsburgh está a tres juegos de distancia de Cincinnati (9-2) en el Norte de la AFC y su única posibilidad de seguir con vida en enero parece como Wild Card.

Sus tres próximos juegos son ante Indianapolis, en Cincinnati y contra Denver, tres equipos que seguramente estarán en Playoffs.

Sin defensa y sin Roethlisberger al 100%, suena como misión imposible.

Jimmy Graham, ala cerrada de Seattle, se perderá el resto de la campaña debido a una lesión en el tendón patelar de la rodilla derecha.

ESOS TEXANS DAN MIEDO

Lo de Houston no es casualidad. Detrás de una defensiva que ha permitido dos touchdowns en cuatro partidos, los Texans (6-5) tienen cuatro triunfos en fila y cinco de seis semanas. El equipo del coach Bill O’Brien pelea semana a semana con Indianapolis por el título de la División Sur de la AFC y con algunos otros equipos un boleto a los Playoffs como Wild Card.

Jets (6-5), Pittsburgh (6-5) y Kansas City (6-5) encabezan la lista de candidatos a Wild Card en la AFC. Sólo los Chiefs (5 victorias) tienen una mejor racha que la de Texans.

En esos cuatro triunfos, la defensiva de Houston, bajo las órdenes de Romeo Crennel, ha aceptado en promedio 250.5 yardas, 72 por tierra, 178.5 por aire y suma 16 capturas de quarterback y 5 intercepciones.

Ayer, en el triunfo 20-6 sobre Saints, J.J. Watt agregó 2 capturas y llegó a 13.5, con las que encabeza ese departamento en la NFL.

La última ocasión que los Saints fueron incapaces de anotar un touchdown en un partido fue el 24 de diciembre de 2005, ante Detroit, y la última vez que Drew Brees no lanzó un pase  a las diagonales en un juego fue el 29 de noviembre de 2012, contra Atlanta.

Ante la peor defensiva de la NFL, Houston acumuló 167 yardas por tierra, incluidas 77 y un touchdown de Alfred Blue.

Fue el regreso de Brian Hoyer a la titularidad, tras haber sufrido una conmoción el 16 de noviembre ante Cincinnati. Hoyer completó 21 de 27 para 205 yards, con 2 touchdowns, una intercepción y rating de 107.6.

Los Texans tratarán de mantener la racha imbatible con tres juegos durísimos: en Buffalo, en casa contra Patriots y en Indianapolis, donde probablemente esté en juego el título divisional.

Si Houston gana dos de esos tres juegos, nadie querrá tenerlos de invitados en casa cuando comience la postemporada.

EN BUSCA DE UN QUARTERBACK

Cleveland (2-8), Tennessee (2-9), Philadelphia (4-7), New Orleans (4-7) , San Francisco (3-8) y Dallas (3-8) son los equipos que “pelean” la primera selección global del Draft 2016. ¿Su común denominador? Todas esas franquicias, excepto los Titans, necesitan urgentemente de un quarterback.

¿Los candidatos? Hay tres pasadores que podrían ser reclutados en la primera ronda: Paxton Lynch (Memphis), Jared Goff (California) y Connor Cook (Michigan State), en ese orden.

En segunda ronda, Christian Hackenberg (Penn State) y Cardale Jones (Ohio State) podrían escuchar sus nombres. Otros quarterbacks que llamarán la atención en el Scouting Combine son Dak Prescott (Mississippi State) y Brandon Doughty (Western Kentucky).

Los Cowboys deben encontrar al heredero de Tony Romo, algo que Jerry Jones debió haber hecho hace años; los 49ers se van a deshacer de Colin Kaepernick cuando comience la agencia libre y, por supuesto, Blaine Gabbert no es la solución; se rumora que Drew Brees juega sus últimos partidos con los Saints; Chip Kelly va de salida de Philadelphia, y con él su fallido intento de ofensiva, mientras los Browns pondrán en el mercado a Johnny Manziel y probablemente a Josh McCown también.

La de quarterback es la posición más importante en la NFL. Es tan o más importante que el propio coach. Un error al elegir a cualquiera de estas dos figuras le puede costar a una franquicia años y años de fracasos… y varios millones de dólares tirados a la basura.

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