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¿Cómo se veían las esculturas griegas y romanas originales? ¿Con qué colores fueron realizadas? ¿Cuáles eran los colores originales de las esculturas mexicas, mayas o teotihuacanas? Una exposición en el exhibirá a partir de mañana más 100 piezas de la Antigüedad clásica y de Mesoamérica que permite verlas a todo color, tal como fueron hechas hace siglos.

Se trata de la muestra El color de los dioses. Policromía en la Antigüedad clásica y Mesoamérica, que reúne 66 piezas griegas y romanas y 52 mesoamericanas, entre originales y reproducciones, con el propósito de dar a conocer la policromía del arte antiguo que normalmente es considerada desprovista de color.

La muestra, que a través de cuatro secciones muestra ejemplos de cómo lucieron las esculturas al momento de su creación, se basa en la investigación científica realizada desde hace más de tres décadas por el arqueólogo Vinzenz Brinkmann, investigador de la Stiftung Archäologie, sobre el color en el arte antiguo.

Durante un recorrido por la exposición, el arqueólogo alemán recordó que durante las primeras excavaciones arqueológicas que se realizaron en el siglo XIX en Europa, Pompeya y Atenas, algunas de las piezas recuperadas mantenían su policromía, pero esa idea del color en las esculturas antiguas fue desechada por mucho tiempo, incluso hasta el siglo pasado, cuando ellos comenzaron a analizar pequeñas muestras y a experimentar con reproducciones. Ahora, explicó, existe ya una red internacional de investigadores que se dedican al estudio de este tema.

Algunas de las reproducciones que han hecho como parte de este estudio se pueden ver en esta muestra que ya ha visitado 23 países de Europa, Asia y Norteamérica, y que ahora llega a Latinoamérica con una adecuación a la propuesta curatorial original: además de piezas de la Antigüedad clásica, incluye el arte de Mesoamérica.

“El color da vida, significado y belleza”, sostuvo Brinkmann al destacar la importancia que sus estudios han tenido, pues proponen una nueva forma de percibir el arte antiguo. “Una estatua se debe al color y una escultura sin color era la representación más feaque se podía hacer de una persona griega”, comentó.

El arqueólogo Leonardo López Luján, director del Proyecto del Templo Mayor, quien también colaboró en esta exposición, señaló que esta muestra “establece un diálogo entre dos estéticas que son totalmente diferentes, el arte escultórico del Viejo y del Nuevo Mundo”, además de que nos trasladan al pasado, al momento en que estas esculturas lucieron en todo su esplendor.

“Las esculturas del Templo Mayor parecen estar desprovistas de color, dominan los grises, negros del basalto, la andesita, los tezontles; pareciera que el color está ausente, sin embargo, con un poco de paciencia, humedeciendo las piedras, con los rayosultravioleta y técnicas de punta podemos traer de nuevo esa vida, esa legibilidad que le da el color al arte y podemos recobrar en el siglo XXI la percepción que tuvieron los fieles que crearon esas imágenes. Ahora podemos tener las mismas sensaciones que tuvieron hace cientos de años, gracias a estas investigaciones de nuestros colegas alemanes”, dijo.

Dividida en cuatro secciones, la exposición incluye piezas de seis colecciones nacionales e internacionales, entre ellas: el Liebieghaus Sculpture Collection de Frankfurt am Main, museos pertenecientes al INAH, como el Museo Nacional de Antropología, el Museo del Templo Mayor y el Museo Nacional del Virreinato, además del Museo de Antropología de Xalapa.

La exposición se inaugura esta noche y estará abierta a todo público hasta el 8 de enero de 2017, de martes a domingo de las 10:00 a las 18:00. El costo del boleto es de 60 pesos. La entrada es gratuita a estudiantes, maestros, mayores de 60 años, menores de 13, discapacitados y pensionados. Domingos entrada libre a público en general.

nrv

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