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El recorte presupuestal que anunció el gobierno federal para el presente año puede no resultar cierto como también ocurrió en 2015, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Público (CEESP).

De acuerdo con el organismo empresarial, es posible que las cifras del gasto público muestren un aumento en el ejercicio, situación que preocupa en el mercado.

“El gasto programable en los primeros ocho meses del presente año ascendió a 2 mil 601 millones de pesos, cifra que superó en 148.6  millones de pesos al gasto ejercido en el mismo lapso de 2015 y en 161.5 millones a la cifra aprobada en el Presupuesto de Egresos 2016 para el periodo enero-agosto del presente año”, explicó el Centro que dirige Luis Foncerrada.

En gasto total acumuló 3 mil 383.3 millones de pesos al cierre de agosto, una cantidad que superó en 235.9 millones de pesos el monto que se ejerció en el mismo periodo del año pasado y en 210.5 millones lo que se presupuestó en el mismo lapso del presente año.

Para el CEESP, una de las preocupaciones más importantes que existen en torno a la economía mexicana es el tema de las finanzas públicas y la incertidumbre de que se cumplan los objetivos del programa económico para 2017, es decir, que verdaderamente haya recorte del gasto del gobierno federal, que se logre un superávit primario y se reduzca la deuda como porcentaje del PIB.

“La percepción del mercado refleja, que además de la debilidad del entorno externo, una de las principales preocupaciones sigue siendo la situación actual de las finanzas públicas y la incertidumbre de que realmente se cumplan los objetivos del programa económico para 2017”, aseveraron los economistas del organismo en el Análisis Económico Ejecutivo del CEESP.

Expresaron que la experiencia de años pasados fue que en 2015, a pesar de que se anunció de un recorte preventivo de 124 mil millones de pesos, al cierre del ejercicio hubo un sobreejercicio de 197 millones de pesos, y se registró un saldo histórico en los requerimientos financieros del sector público de 4.3 puntos del PIB.

“Aunado a este entorno, la preocupación por un paulatino repunte de los precios al consumidor, una moderación en el consumo privado en el mercado interno, así como por el debilitamiento del sector exportador, han propiciado un ambiente en el que la perspectiva de los especialistas nacionales y extranjeros apunta hacia un ritmo de avance de la economía menor al que se tenía previsto, de tal manera que los pronósticos de crecimiento del PIB continúan ajustándose a la baja”, dijeron.

Lo anterior se observa tanto en los pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de los especialistas del Banco de México. En el primer caso se recortó el pronóstico a 2.1%, en tanto que los economistas encuestados por el banco central del país también ajustaron sus expectativas a 2.13% para 2016.

Para 2017, el FMI  también espera una modesta aceleración de 2.3% y la encuesta del Banco de México prevé una de 2.36%.

“Es cierto que no hay indicios de que México tenga que enfrentar una crisis financiera, como lo señalaron las autoridades hacendarias. Sin embargo seguimos teniendo un bajo ritmo de crecimiento y una importante precarización en el mercado laboral”, concluyó el CEESP.

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