Los Pumas
, cuando pierden, se esconden. Si el futbol que desempeñan es bochornoso —como el que se vio en Morelia —, no les gusta dar la cara a los medios de comunicación. “ No me dejan hablar”, “no estoy autorizado”, “ahorita regreso ”, es lo que suelen decir.
Por lo menos, algunos jugadores pasan por zona mixta, pero otros —como Pablo Barrera — ven las cámaras y quieren salir por donde sea, no les importa poner en riesgo su propia integridad. Lo que desean es escabullirse para no dar la cara. Ahora, la pregunta es: si el jueves derrotan al Monterrey ¿recuperarán las ganas de declarar?
