La ciudad se divide. El rojo predomina, pero una batalla se libra para acompañarlo: es negro o blanco, diferentes colores, misma pasión y amor por defenderlos. La lucha está pactada para esta noche, en el estadio Jalisco.
En una edición más del clásico tapatío, el Guadalajara visitará la que alguna vez fue su casa y donde firmó épocas de gloria y alegría; incluso, algunos pasillos aún guardan aquellos recuerdos.
Sin embargo, ahora los dueños del lugar son los rojinegros del Atlas, cuya esencia ya se respira en el vetusto inmueble.
El historial reciente favorece a la escuadra rojiblanca, acumulando tres victorias consecutivas.