No se habla de él, como se habla de un tal Pelé. Hay muchos que no sabían de la existencia de un tal Josef Bican , llamado "Pepi", y que era el homvre con más goles en juegos oficiales, antes de la llegada de Cristiano Ronaldo.
La historia de Bican es muy particular. Nació en Austria, pero murió en la República Checa. Jugó en tres selecciones nacionales diferentes: Austria, Checoslovaquia y Bohemia y Moravia.
Participó en un Mundial y sólo hizo un gol.
"Pepi" fue hijo de un obrero austriaco, que los fines de semana se iba a jugar futbol, pero jugaba tan bien, que se volvió profesional. Aunque esa fue su tragedia.
František, el padre de Josef, fue mandado a combatir a la Primera Guerra Mundial. Años después regresó, ileso, pero en su primer juego como profesional de vuelta, salió lesionado por un golpe. Días después moriría al sufrir un golpe en el riñón.
Aún así no odió al balón, lo comenzó a patear aunque fuera descalzo, años después dirían que esas épocas le sirvieron para controlar la dirección en que mandaba sus disparos.
Comenzó a jugar, se volvió profesional y anotó goles, muchos goles, con todos los equipos, de todas las formas. A Pepi se le atribuyen 805 goles en 530 partidos oficiales durante su carrera. Es decir, un promedio de 1,52 dianas por encuentro. Ni siquiera Pelé, del que se dice metió 1.283 goles, lo hizo mejor.
Las cuentas no oficiales, las leyendas señalan que Bican metió un total de 5 mil goles. Otros hablan de 1,137 en 637 partidos. Otros dicen que festejó 1,813 anotaciones en 1,089 partidos.
Alguna vez, alguien le preguntó al goleador: "Señor Bican, ¿era más fácil marcar goles en su época?".
A lo que contestó: "¿Hay ocasiones de gol actualmente?’... Sí hay, entonces si no hubiese ocasiones hoy, sería difícil. Pero si las hay, quiere decir que marcar un gol es la misma cosa que hace cien años, y será igual dentro de cien años. Siempre será lo mismo”.
La guerra no lo dejó en paz. Se fue de Austria porque se negó a seguir los ideales de la Alemania Nazi. Se fue a Checoslovaquia, que fue invadida por los germanos y se ocultó durante algún tiempo en otras ciudades.
A finales de los 30, iba a fichar con la Juventus, pero tuvo miedo que el fascismo le trajera problemas. Decidió quedarse en casa.
Se retiró a los 42 años en Checoslovaquia, y dirigió varios equipos de ese país.
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