24 años, 11 meses, y 28 días. Casi un cuarto de siglo ha pasado desde la última vez que el se hizo con el honorífico título de campeón de invierno al concluir la primera vuelta en primera posición. Hoy lo es con tres jornadas de adelanto. En 1996, ganó el 'Doblete' de Liga y Copa.

La victoria obtenida ante el Sevilla (2-0) este martes en el estadio Wanda Metropolitano permite al conjunto rojiblanco sumar 41 puntos, cuatro más que su perseguidor, el Real Madrid (37), al que le queda solo un partido para cerrar la primera vuelta, por lo que ni ganando le arrebataría esa condición.

Un título, si bien simbólico, que el Atlético obtiene con tres partidos menos de los necesarios, lo cual eleva más los méritos del equipo dirigido por el argentino Diego Pablo Simeone, que solo ha concedido dos empates (Huesca y Villarreal) y una derrota (precisamente ante el Real Madrid) en dieciséis jornadas.

Ni tan siquiera en la temporada del último título liguero del Atlético , el de la temporada 2013-14, consiguieron los rojiblancos hacerse con esta vitola, ya que al cierre de la primera vuelta en esa campaña eran segundos empatados a 50 puntos con el Barcelona, pero con más goles a favor y diferencia goleadora para los culés, con los que empataron 0-0 en el Vicente Calderón en la conclusión de la primera mitad del campeonato e igualaron 1-1 en el Camp Nou al cierre del torneo, tablas que dieron el título a los de Simeone.

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Hay que remontarse al 13 de enero de 1996 para encontrar al Atlético como campeón de invierno, en la jornada 21 de aquella Liga de 42 jornadas -porque tenía 22 conjuntos-, en la que era líder autoritario del torneo con 49 tantos, siete más que el sorprendente Compostela que iba entonces segundo, con 42 unidades.

Es precisamente Simeone el nexo en común entre estos dos conjuntos, el de hace 25 años y el de la actualidad. El 'Cholo', en aquel momento pulmón del mediocampo rojiblanco y goleador -hizo 12 dianas esa temporada, segundo máximo realizador tras el búlgaro Lubo Penev, que hizo 16-, marcó el empate del Atlético (1-1) en el Carlos Belmonte contra el Albacete en el partido que cerró esa primera vuelta, y repitió en la jornada final contra el mismo rival (2-0).

Hoy, el argentino es comandante en jefe de la nave rojiblanca, pilota un equipo en el que en esta temporada ha transformado el hasta ahora intocable esquema 4-4-2 en los ocho años anteriores por un 5-3-2 versátil en función de los futbolistas, y supo conducir a los suyos a la victoria ante un competitivo Sevilla tras el varapalo de la eliminación copera ante un Segunda B en Cornellá (1-0).

En la gélida noche del Wanda Metropolitano, con temperaturas bajo cero en la ola de frío que siguió a la copiosa nevada que el fin de semana cayó sobre buena parte del centro de la Península Ibérica, y con el césped en un perfecto estado pese a los 60 centímetros de nieve que llegó a tener sobre sí, brillaron algunas de las claves erigidas por el 'Cholo' entrenador para conseguir lo que había logrado antes como futbolista: acabar la primera vuelta primero.

La primera fue la selección de futbolistas: decidió dejar en el banquillo al portugués Joao Félix, quien de lejos es el futbolista con más talento de su plantilla, para dar minutos al argentino Ángel Correa, que le devolvió la confianza con un gol en el minuto 17 con el que los rojiblancos manejaron el encuentro con mayor solidez.

Suele ponerse como ejemplo de la capacidad de Simeone para moldear jugadores a Marcos Llorente, de pivote defensivo a interior llegador, pero Correa es una de las creaciones del 'Cholo' más depuradas. Llegado como delantero, reconvertido a interior o extremo pese a sus propias preferencias, ha pasado de ser un goleador a un asistente: lleva 8 pases de gol esta temporada, y el de hoy fue su segundo tanto, un zurdazo a la media vuelta a pase del inglés Kieran Trippier, de vuelta tras la suspensión cautelar de su sanción.

Fue el gol de Correa, una volea del uruguayo Luis Suárez que despejó con un pie milagroso el portero marroquí del Sevilla Bono... Y poco más, porque el campeón de invierno se agarró a su solidez defensiva con cinco y en ocasiones hasta seis defensores, y esperó. Hasta que apareció el gol de Saúl Ñíguez en la segunda parte. Un gol psicológico para el ilicitano, que vive un mal momento.

El Atlético ganó, alargó la racha sin perder contra el Sevilla a seis encuentros y la del técnico sevillista Julen Lopetegui a cinco partidos sin ganarle al conjunto rojiblanco (tres empates y dos derrotas entre Real Madrid y Sevilla). Y sobre todo, vuelve a ser campeón de invierno, 25 años después.

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