, despedido recientemente como entrenador en jefe de Dolphins de Miami, demandó a la NFL y a tres de sus equipos el martes, alegando prácticas racistas de contratación que han segregado la liga, cuya gestión comparó con la de una plantación.
La denuncia en una corte federal de Manhattan busca constituirse como una demanda colectiva por daños no especificados que se atribuyen a la liga, los Dolphins, los Broncos de Denver y los Giants de Nueva York, junto con individuos no identificados.
Flores fue despedido el mes pasado por Miami, después de llevar a los Dolphins a una marca de 24-25 en tres años. El equipo terminó con una foja de 9-8, su segunda temporada seguida con foja positiva, pero sin avanzar a playoffs en su gestión.
Un mensaje enviado a la NFL para solicitar un comentario al respecto no recibió respuesta.
“Dios me ha regalado un talento especial para entrenar fútbol americano, pero la necesidad de un cambio es mayor que mis metas personales”, comentó Flores, de ascendencia hondureña, a través de un comunicado dado a conocer por el despacho de abogados que lo representa en el caso.
“Al tomar la decisión de presentar la demanda colectiva hoy, entiendo que estoy poniendo en riesgo el poder entrenar en el deporte que amo y que ha hecho mucho por mi familia y por mí”.
La demanda alega que la liga ha discriminado a Flores y otros entrenadores negros por motivos raciales. Así, les habría negado posiciones de entrenadores en jefe, coordinaciones ofensivas y defensivas, o puestos de coaches de quarterbacks y gerentes generales.
“En ciertas formas críticas, la NFL segrega racialmente y se maneja como una plantación”, se lee en la demanda.
“Sus 32 dueños — ninguno de los cuales es negro — se benefician de forma sustancial del trabajo de los jugadores, 70% de los cuales son afroamericanos. Los dueños observan desde lo alto en palcos de lujo, mientras que su fuerza laboral mayoritariamente negra arriesga sus cuerpos todos los domingos, recibiendo golpes brutales y sufriendo lesiones que debilitan sus cuerpos y cerebros mientras la NFL y sus dueños obtienen miles de millones de dólares”, añade.
La demanda indica que el despido de Flores fue el caso típico de los entrenadores negros a quienes no se les da la oportunidad que reciben otros para tener éxito. Señaló que Flores lideró a temporadas consecutivas con más triunfos que derrotas, por primera vez desde 2003.
La mejora llegó a pesar de que, según la demanda, el dueño de los Dolphins Stephen Ross le dijo a Flores que le pagaría 100.000 dólares por cada derrota durante su primera temporada, debido a que quería que el equipo “tocara fondo” para poder elegir una selección alta en el draft.
La demanda alega que Ross presionó a Flores para reclutar a un prominente quarterback, violando las reglas de manipulación de la liga. Y cuando Flores se negó, fue catalogado como “el hombre negro molesto” con el que es difícil trabajar y fue ridiculizado hasta que se le despidió, dice la demanda.
La semana pasada, los Giants dieron a conocer a terceros que se habían decidido a contratar a Brian Daboll como su nuevo entrenador, a pesar de que no habían sostenido su entrevista programada con Flores, cita la demanda.
De acuerdo con la demanda, el trato que Flores recibió de parte de los Giants es típico de cómo se maneja la “Regla Rooney” durante las últimas dos décadas.
La regla, nombrada en honor a Dan Rooney mientras fue director del comité de diversidad, fue creada para dar oportunidad a candidatos de minorías de ser entrenadores en jefe y compensar a los equipos que promuevan su desarrollo.
De acuerdo con la demanda, solamente uno de los 32 equipos de la NFL emplea a un entrenador en jefe negro, sólo cuatro tienen a un coordinador ofensivo negro y 11 tienen como coordinadores defensivos a personas afroestadounidenses.
Lee también: Rey Mysterio se quita la máscara y se la regala a Bad Bunny tras el Royal Rumble