A la boxeadora , la pandemia y las restricciones que ha provocado le han dejado varias enseñanzas, pero sobre todo, le han confirmado que el momento de colgar los guantes está cada vez más cerca.

“Ha sido una época de mucho esfuerzo. El entrenamiento debe ser diferente, con poca gente en el gimnasio. De repente había algún infectado y tenías que alejarte, buscar otro espacio, con la incertidumbre de que en cualquier momento te podías contagiar”.

De hecho, su familia enfrentó un momento duro. “Mi esposo estuvo en el hospital varios días en agosto, fue un momento de angustia y pesar, porque se complicó, pero salimos adelante”.

Pese a todo, la púgil fronteriza puede presumir que en una época tan difícil, ha subido dos veces al ring, y en ambas ganó. “Es que no puedes ‘ponerte tus moños’ ni exigir más, y tampoco puedes estancarte. Esto nos ha enseñado muchas cosas en el camino”.

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A los 40 años y con la mira puesta en el retiro, no quiere rendirse y aún piensa en el cetro gallo del Consejo Mundial de Boxeo, en poder ahora de Yulihan Cobrita Luna. “Me interesa, pero depende mucho de que haya una buena negociación, porque las condiciones [económicas] no son tan favorables. Tampoco puedo esperar una eliminatoria. Sé que hay muchas rivales y manos levantadas. Imagino el año cerrando mi carrera, disfrutando cada round. Me gustaría que en mi última pelea, independiente del resultado, me vea bien arriba del ring, entregada, terminar en el momento adecuado”.

Y es que tiene varias razones para querer estar más cerca de casa. “Mis hijas son pequeñas, me requieren junto a ellas, a pesar de que mi esposo comparte la responsabilidad. Ellas ya preguntan más a dónde voy, quieren que hagamos más actividades juntas. Saben que soy famosa, que soy boxeadora y salgo en la tele. Me acompañan al gimnasio, me ven hacer sparring, pero no me ven pelear porque están en lo suyo. Ahora estamos en la escuela en línea con ellas y ha cambiado todo, mi tiempo ya no es sólo para los entrenamientos, quiero estar cerca y no hacerlo me duele”.

La Princesa Azteca, cumplirá en 2021 dos décadas como boxeadora profesional. Ha sido campeona mundial en dos categorías.

Ganó su primer cinturón en 2005, de peso gallo y avalado por la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). Meses después (mayo), se convirtió en la primera monarca del CMB, al ganar el cetro supergallo.