¡Qué mejor momento que un aniversario tan redondo para anunciar un cambio radical en la política de la firma! El pasado 24 de octubre, el mismo día en el que se cumplían 25 años de la presentación de los cuatro primeros relojes de pulsera de A. Lange & Söhne, la manufactura sajona sorprendía a los aficionados con el lanzamiento del Odysseus, su primer modelo deportivo y, por extensión, realizado en acero. Hasta la fecha, A. Lange & Söhne se ha destacado por su exclusiva y compacta oferta, con un producto de estilo clásico, altísimo nivel de acabados, movimientos de manufactura y fabricación únicamente en metales preciosos (oro y platino).

El Odysseus supuso un paso adelante para adentrarse en un nuevo segmento de mercado, aunque manteniendo las señas de identidad de la casa. Apenas seis meses más tarde, la firma alemana lanza esta versión en oro blanco. Es una decisión no exenta de polémica al prescindir de algunos de los elementos diferenciales más importantes del Odysseus, como el acabado en acero o su brazalete. En cualquier caso, sirve para consolidar un reloj destinado a convertirse en un pilar de su catálogo. Más allá de estas disquisiciones, el Odysseus representa una evolución estética para A. Lange & Söhne gracias a su moderno diseño y la experimentación de nuevas disposiciones, como vemos en la aparición de la ventana de día de la semana de gran formato o la inteligente aplicación de los correctores del calendario en el lateral de la caja. Se puede ser renovador sin caer en la excentricidad pasajera.

Vuelta a la (lujosa) normalidad
Vuelta a la (lujosa) normalidad

Conviene recordar que el lanzamiento del Odysseus supuso además el lanzamiento de una nueva familia de movimientos. El calibre L155.1 Datomatic combina en su realización aptitudes propias de los modernos mecanismos deportivos con aspectos característicos de la relojería sajona tradicional. Entre los primeros destacan la elección de una frecuencia de funcionamiento de 28,800 alternancias a la hora (los automáticos de A. Lange & Söhne funcionaban hasta ahora en 21,600), la apuesta por el rotor central de carga, o la sustitución del habitual coq por un puente de volante de doble punto de sujeción; una solución mucho más segura y eficiente para un reloj que, en principio, será usado de un modo más activo que las anteriores entregas de la firma. Hay otros elementos que no cambian. Como es norma en la casa, tanto la platina como los puentes están realizado en alpaca natural y decorados con la mezcla de perlado y bandas de Glashütte. Tampoco falta el chatón con engaste de oro (uno solo en esta ocasión) o la decoración artesanal del puente del volante. Todos ellos son guiños que los seguidores de A. Lange & Söhne sabrán reconocer al momento y la mejor carta de presentación al neófito para entender que es una de las manufacturas que mejor cuida el acabado de sus creaciones.

Vuelta a la (lujosa) normalidad
Vuelta a la (lujosa) normalidad

El otro cambio drástico en esta versión en oro blanco es la desaparición del brazalete metálico estrenado en la referencia en acero: otra novedad en la historia de A. Lange & Söhne asociada al lanzamiento del Odysseus. Sin duda, este elemento ha servido para definir la personalidad del nuevo reloj deportivo, aunque estaba por ver si sería asumible en esta versión de oro. La lógica así lo desaconsejaba, por precio (subiría considerablemente el importe final) y por peso. Así que este nuevo Odysseus solo está disponible con correa de piel marrón oscuro o en caucho; lo que también es una importante novedad en la trayectoria de la manufactura sajona. En definitiva, muchas novedades para un producto creado para ampliar el nicho de mercado de esta prestigiosa casa.

FICHA TÉCNICA

Caja de oro blanco, 40.5 mm

Hermeticidad hasta 120 METROS

Movimiento L 155.1 Datomatic de carga automática

Reserva de marcha 50 horas

312 componentes

31 rubíes en el movimiento

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