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La mayoría de los estudios científicos afirman que los alimentos que nos provee la naturaleza son altamente beneficiosos para el cuidado de nuestra salud. Verduras, legumbres y frutas lideran los rankings de aquellos productos naturales que contienen fibras, minerales, frutas, proteínas y nutrientes que nutren cada parte de nuestro cuerpo.
Entre estos, existen algunas frutas que muy pocas personas consumen como un hábito pero que se ha demostrado previenen enfermedades crónicas. Es por eso que a continuación te daremos a conocer cuáles son, los grandes beneficios que poseen y de qué manera influyen en el cuidado de nuestra salud.
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Alimentos que deben sumar
El Instituto Mayo Clinic hace referencia a enfermedades crónicas como cardiopatía, asma, diabetes y dolor de articulaciones o de espalda, al mismo tiempo que señala que la realización de ejercicio físico puede ofrecer considerables beneficios para prevenirlas. Además, señala que mantener una alimentación a base de frutas y verduras satisface las necesidades nutricionales del organismo, por lo que mantiene reforzado nuestro sistema inmunitario.
En este punto es que queremos contarte sobre las ciruelas y las uvas, en sus versiones pasas. Se trata de frutas deshidratadas con propiedades muy positivas para la salud. Estos alimentos pueden incorporarse como un hábito de alimentación saludable ya que, consumidas con moderación, intervienen en distintos aspectos de nuestro bienestar y alejan las probabilidades de padecer enfermedades crónicas.
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La ciruela pasa es una fruta rica en fibra, antioxidantes, vitaminas K y del complejo B. Además, promueven la saciedad y ofrece propiedades antiinflamatorias. Mientras que la uva pasa es una alimento que contiene un alto porcentaje de azúcar pero, según un estudio de la Fundación Española de la Nutrición (FEN), aportan vitaminas K, B1 y B3, fibra, hidratos de carbono, sodio, fósforo, hierro y calcio.
Con todos estos nutrientes esenciales, estas frutas son ideales para la prevención de enfermedades crónicas y han demostrado tener efectos positivos en el control de la glucosa en sangre, el fortalecimiento de los huesos, la regulación de la presión arterial, el equilibrio del sistema digestivo, la eliminación de toxinas del organismo, la prevención de afecciones cardiovasculares, el refuerzo de los músculos y en la colaboración en dietas para el descenso de peso.