“Aunque la Web ha considerablemente desde su creación, su etapa actual necesita mejoras importantes”, escribe Gavin Wood, cofundador de Ethereum y fundador de la Web3 Foundation en un texto titulado “ revoluciona la era digital ”.

Y es que el robo de información personal , vulneraciones a la privacidad de las personas, publicidad invasiva y personalizada a partir del seguimiento de los hábitos de los internautas son solo algunos de los efectos negativos que ocurren diariamente en Internet y las diferentes plataformas web y redes sociales .

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Evolución de lo que ocurre en el ciberespacio

Para paliar estas circunstancias, diversos especialistas han trabajado por varios años en la Web 3 . Este esfuerzo busca consolidarse como una evolución de todo lo que ocurre en el ciberespacio y, al mismo tiempo, quiere regresar a los ideales de libertad e inclusión propios de los inicios de Internet y posteriormente de la World Wide Web (www).

En términos explicativos, la Web 1 sería el Internet tal cómo nació el siglo pasado. La Web 2 estaría enmarcada en el periodo contemporáneo, con el surgimiento de las redes sociales digitales y la revolución móvil a través de apps .

El periodo perteneciente a la Web 2 también se identifica como aquel en el que se dio una comercialización masiva de Internet y el crecimiento de empresas que recolectan y monetizan los datos de sus clientes, dando lugar a firmas multimillonarias como Google o Facebook (hoy Meta).

La característica común de estas grandes empresas en medio de la Web 2 es la centralización. Para luchar contra esto, la Web 3.0 se plantea como un mecanismo que le devuelva al usuario sus datos y el poder de decisión.

La Web 3 no es una entidad centralizada

“Podemos indicar que Web 3 no es una entidad centralizada . Es un amplio movimiento de equipos, proyectos, individuos y organizaciones en su mayoría independientes que creen que una web se basa fundamentalmente en tecnología peer-to-peer, sin actores privilegiados que ejerzan un poder arbitrario e irresponsable dentro de sus ecosistemas. Es un resultado deseable para la humanidad”, señala Gavin Wood.

Bajo esta óptica, los usuarios se vuelven más importantes que las empresas. Así, en la Web 3 se busca crear un Internet más justo, en el que exista transparencia en las transacciones y los usuarios controlen sus datos y su identidad.

Para lograr esto, las tecnologías de persona a persona (P2P) y blockchain contribuyen distribuyendo la información entre miles o millones de usuarios, todo de manera segura y, sobre todo, útil, con el objetivo de lograr la descentralización que persigue Web 3.

Ese afán de descentralización es lo que hace que en la Web 3 se contemplen nuevos conceptos como el de DeFi (finanzas descentralizadas) y las criptomonedas y otros activos digitales. La idea es darle más protagonismo a los internautas en la toma de decisiones de su vida física y digital.

Sin embargo, “a pesar de las bondades, la adopción de la Web 3 no será rápida ni limpia. Con intereses arraigados que controlan gran parte de nuestros estilos de vida digitales, esos intereses pueden incluso intentar hacer que los componentes de la nueva web sean ilegales”, expresa Wood en el referido documento.

El tecnólogo agrega: “desde mi perspectiva, los aspectos de este nuevo sistema, incluido bitcoin o el sistema de archivos interplanetario, ganarán tracción primero, probablemente en áreas de nicho y, a medida que la tecnología madure y las empresas tradicionales inevitablemente repunten su innovación, las ventajas de la Web 3 crecerán”.

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